Bartolomé de Aller García y el pósito de Sariegos.

El nombre de Bartolomé de Aller es necesario incorporarlo al inventario de hombres ilustres de Sariegos porque ha sido uno de los personajes que más ha influido, y para bien, en la historia del pueblo.

Realmente, y por desgracia, sabemos muy poco de su vida personal, las referencias que de él tenemos son a través de su obra, que no es otra que la creación del Pósito en el año de 1703. Sabemos que fue bautizado el día 21 de febrero de 1651 por el párroco Facundo Antonio Flórez y que sus padres se llamaban Bartolomé Aller y María García.

Bartolomé de Aller era Abogado de los Reales Consejos, además de párroco de la localidad de Velilla de la Reina. La profesión de abogado fue, sin duda, lo que le permitió plantear y llevar a cabo la creación del citado Pósito, es decir, lo que tradicionalmente en Sariegos se llamó La Panera.

Esta Panera constituyó una garantía de estabilidad económica para todos los habitantes durante más de un siglo.

Sabemos también que amó de forma especial al pueblo de Sariegos, pueblo al que sin duda se sintió siempre muy vinculado, como lo muestran unas palabras suyas redactadas en la escritura de la constitución del Pósito en las que se muestra deudor con el pueblo de Sariegos donde dice que “no naciendo el hombre sólo para sí, sino también para la república, y en especial para aquella donde nació”. Hermosas palabras que suscribimos en su totalidad casi trescientos años más tarde de haber sido escritas.

Lugar donde se encontraba el pósito de Sariegos y posteriormente ocupó el antiguo Ayuntamiento.

Según el Diccionario de Autoridades del año 1737 la definición de pósito es: ”casa en que se guarda la cantidad de trigo que en las ciudades, villas y lugares se tienen de repuesto y prevención para usar en tiempo de necesidad y carestía”. El padre Escalona de Arrieta en 1796, añadía la definición que su “actividad es el socorro de los labradores “(ESCALONA DE ARRIETA).- (Práctica del Consejo Real… Tomo I, Madrid 1796, p. 206)

El origen del pósito se encuentra en el derecho romano, como donativo de los emperadores para solucionar las calamidades de los ciudadanos. En España tuvo sus inicios con los Reyes Católicos y su máximo desarrollo en los siglos XVIII y XIX.

ÁLVAREZ ÁLVAREZ, ALFREDO (1994): El pueblo de Sariegos, pasado y presente. León Texto completo.

Panadería de Sariegos

La Panadería Tradicional de Sariegos cierra tras tres generaciones de dedicación en la localidad

El 29 de julio de 2023 cerró las puertas la panadería de Sariegos tras tres generaciones de panaderos, haciendo el pan que llegó a todas las casas de la localidad.

Aquilino y Ana en su panadería, en 2014.

El pueblo de Sariegos recordará por muchas generaciones más el pan de sus panadería de levadura de hurmiento y cocción de leña. La última generación, Ana y Aquilino, nos han peparado el pan que ha alimentado a todo el pueblo de Sariegos en los últimos años y hemos podido también distribuir de sus dulces en las ferias que en la localidad se han organizado.

Ana y Aquilino con su familia y una muestra de sus productos más dulces en la Feria Alimentaria Tradicional de Sariegos.
Ana y Auilino en el día del cierre de la panadería tradicional de Sariegos

Dejamos aquí el texto que en 2014 redactó Rocío Vargas Aller para la revista de la asociación Tierra Negra:

La historia de esta familia de panaderos surge en torno a 1927, cuando Jacinto y María se casan y construyen la panadería y la casa en la que vivían.

Hay que puntualizar que la panadería que ellos construyeron no es la que conocemos hoy. El lugar donde estaba antes el horno es donde actualmente guardan la leña.

En aquellos tiempos sus vidas giraban en torno a la elaboración del pan y al cuidado de sus cuatro hijos.

El horno antiguo se encendía con urces colocadas directamente sobre el lugar donde se colocaba luego el pan. Tanto Jacinto  como María madrugaban para hacer la masa, un trabajo duro, ya que se amasaba de forma manual, lo que requería mucho tiempo y esfuerzo. Luego había que dejar que la masa creciese para poder meterlo al horno. Tras horas de duro trabajo, el pan estaba listo; entonces María cogía su carro de caballos y se iba a repartir por Sariegos, Azadinos y Pobladura.

Con el paso de los años los hijos de Jacinto y María crecen, se casan y tienen hijos; todos menos Pepe, quien se encargara de la panadería a partir de 1959 aproximadamente.

Con Pepe se producen cambios significativos, ya que se construye un horno nuevo, que es el que hoy conocemos.

La puerta del horno moderno y Ana con la pala tradicional recogiendo las hogazas de su interior.
El nuevo horno que prepara Pepe, de la segunda generación de panaderos y Ana, de la tercera generación, hizo uso de él hasta el cierre de la panadería.

El horno tiene forma de cúpula, con 3 metros de diámetro y unos 80 centímetros de altura. Es un horno de leña, pero la leña ya no se coloca en el lugar donde va el pan, sino que la leña se coloca en un lado. Y gracias a un complejo sistema de tiros con puertas y palancas se regula el fuego para que el horno tenga la temperatura óptima para que el pan salga bien.

Las piezas del horno se traen de Barcelona y en la construcción participan Laurentino y Tori.

Se busca barro en las barreras y otros lugares del pueblo buscando el que sea más adecuado para que el horno mantenga el calor y dure más. Aquilio era un niño pero aún recuerda como pasaron esos días en los que se construyó el horno.

Pepe contó con la ayuda de sus padres, y más tarde con la ayuda de Aquilio, pero no fue el único, ya que Marigel, Berti, Mari Nieves o Gonzalo también trabajaron en ella.

Ha sido siempre una panadería familiar en la que todos ayudaban cuando hacía falta.

Además del horno, también se hace el armario para fermentar que lo hizo Manolo “el de Vina” como decimos aquí. Un gran adelanto fue la compra de la amasadora, ya que reducía considerablemente tiempo y el esfuerzo a la hora de hacer la masa. ¡Lo que hace la tecnología! debió de pensar Pepe.

Ana colocando las hogazas en el «armario para fermentar».

Aquilio desde siempre estuvo en la panadería, como sus hermanos, tíos y primos, pero será él quien termine por quedare con el negocio de sus abuelos. Primero estuvo ayudando a Pepe, luego trabajó en la carnicería de su hermano; también estuvo un tiempo cuidando ovejas, pero será en 1981 cuando coge el negocio de forma definitiva.

Nos confiesa que al principio no le gustaba mucho pero poco a poco fue haciéndose a ello y le gustó más. Hoy nos cuenta que está orgulloso de ser panadero porque dice que todo lo que sabe lo aprendió él solo, sin estudios, viendo a su tío trabajando y con la propia experiencia al trabajar a diario con el.

Nos dice que es un trabajo muy sacrificado. Aunque no lo considera un trabajo duro porque cuando él coge la panadería compra la maquinaria suficiente para preparar la masa y el pan sin demasiado esfuerzo. Eso si, como el horno es tradicional, requiere bastante trabajo el cortar y preparar la leña para encenderlo a diario.

Es un trabajo sacrificado porque para ellos no existen fiestas ni fines de semana. La vida de un panadero es constante y sólo descansan el día de Navidad y el de Reyes “y si hay que hacer pan ese día, pues se hace” nos dice Aquilio.

Ana y Aquilio se casan en 1987, y en 1989 Ana se incorpora a trabajar en la panadería. Desde entonces y hasta hoy son ellos dos los que se encargan en exclusiva de hacer y repartir el pan.

Hablamos de cómo cambian los tiempos y de cómo hay que adaptarse a ellos y nos cuentan como hasta hace unos años lo que la gente demandaba eran las hogazas y apenas se vendían barras. Actualmente las cosas han cambiado: la gente quiere barras y las hogazas han quedado relegadas a un segundo plano. Además, ahora la gente prefiere el pan poco hecho (sobre todo la gente que se ha venido a vivir a Sariegos en los últimos años, mientras que a los lugareños nos gusta el pan bien cocido). Por suerte, “para gustos hay colores” y ellos se encargan de hacer el pan a gusto de todos, por eso han incorporado las baguettes, los bollos pequeños y las tortas (¡Riquísimas!). Y es que para que funcione el negocio hay que ir con los tiempos y amoldarse a las nuevas demandas de los vecinos.

Lo que casi se ha perdido es la tradición de hacer el bizcocho para el día de la fiesta del pueblo. Tanto Jacinto como Pepe o Aquilio vieron como las mujeres del pueblo unos días antes de la fiesta echaban el día en el patio de la panadería batiendo huevos en un caldero para que el bizcocho quedara esponjoso. ¡Qué tiempos aquellos! Y ¡Qué bizcochos tan buenos!.

Pero aún hoy queda alguna vecina que se atreve a llevar el caldero y los huevos para batir el bizcocho para que Ana y Aquilio se lo horneen.

Aquilino en el patio de la panadería, donde antiguamente se reunían las mujeres para preparar la masa de los bizcochos el día de la fiesta del pueblo.

Cuando les pregunto cómo hacen el pan me dicen que lo mejor es verlo y por eso me doy el madrugón para ver de primera mano cómo es el proceso desde que la harina sale del saco hasta que el pan está en la furgoneta listo para ser repartido.

Los años de trabajo y convivencia juntos se hacen notar, y veo como están compenetrados a la hora de trabajar. Ahí están los dos mano a mano trabajando haciendo la masa, preparando el horno, encendiendo y horneando el pan.

Aquilino da forma con maestría a las porciones de masa que van a generar cada hogaza de pan.
Ana comprueba en la romana que cada bola de masa de el peso exacto en la hogaza que se pondrá a la venta.

Los días que hacen mucho pan, Aquilio nos cuenta como coloca las hogazas levantadas  y apoyadas sobre las paredes del horno…algo digno de ver; y de hecho, nos cuenta que en ocasiones ha venido un hombre de Benavente para ver como coloca con maestría las hogazas sobre las paredes.

Es un placer sentir el calorcito que desprende el horno y el aroma a pan recién hecho que lo envuelve todo.

Les pregunto a Ana y Aquilio qué es lo más antiguo que se conserva en la panadería y me dicen que es la masera, que está allí desde que se abrió la panadería en los años 20.

Masera donde se ha guardado el pan , siendo la pieza más antigua conservada en la panadería, con la balanza «romana».

Hablando de antaño, me cuentan que antes cuando alguien quería pan, llevaba a la panadería un saco de harina y el panadero hacia hogazas; parte de la harina se la quedaba el panadero como pago, así como una pequeña cantidad de dinero, de esta forma, el panadero de proveía de harina para elaborar el pan que luego vendía a los vecinos del pueblo.

Pero no era Jacinto el único que tenía horno, ya que vecinos como la Tía Magdalena (la madre de Gabriela), la Tía María (la madre de Baudilio y Eliseo), Laureana, Soledad, Isidoro o Cayetana también tenían, aunque de menor tamaño. Seguro que en alguna casa más se conserva algún horno.

Por lo que me cuentan, veo que la elaboración del pan no es tan fácil como parece, ya que hay que tener en cuenta factores como la temperatura, la humedad, etc., ya que la masa reacciona de forma distinta en un día caluroso que en un día de lluvia; y sólo con la pericia y los años de experiencia ellos hacen que podamos disfrutar de un pan bueno y sano.

Después de una mañana llena de trabajo y charla, sólo me resta decir que ha sido una experiencia muy gratificante ver como elaboran el pan y espero haber podido haceros participes también a vosotros de esta experiencia.

Les agradezco haber accedido a hacer esta entrevista porque he aprendido muchas cosas y he disfrutado durante unas horas de su compañía.

Aquilio y Ana: ¡Gracias por hacernos un pan tan rico!.

Rocío Vargas Aller, autora del artículo en la revista nº 4 «La Tierra Negra» de la Asociación que lleva el mismo nombre, en diciembre de 2014.
La panadería con la furgoneta de reparto el día de su cierre.

Lolo en Sariegos

Hace un mes, el 24 de octubre, se nos fue Lolo, nuestro dibujante. Toda la provincia de León quedó consternada y, de repente, llegaron a nuestra cabeza cientos de imágenes de su presencia en los últimos años en nuestro municipio. En él, ha dejado murales en todas las localidades y un montón de vivencias alegres y divertidas con todos los menores y jóvenes del municipio y los mayores que quisieron compartir con él grandes momentos llenos de color. Tenía una forma muy especial de transformar nuestros conocimientos, nuestras leyendas, nuestra historia, aquellos monumentos o puntos de valor de nuestros pueblos y plasmarlos para recordarnos que «lo nuestro» es importante.

Moñi, nuestra vecina de Carbajal, y Lolo se encontraron en aquellos inicios de los murales en nuestro municipio y desde entonces formaron un equipo que nunca se disolvió para afrontar los nuevos proyectos en la provincia de León.

A través del relato de Moñi de Castro, recordamos a Lolo y le rendimos homenaje en este día señalado:

«Aquel día en que Mar Ordoñez invitó a mis hijas a entrar en su despacho para ayudarla a decidir sobre los talleres culturales del Instituto Leonés de Cultura, ni me imaginaba todo lo que ocurriría después:


Mural de Carbajal de la Legua, 3 de Septiembre de 2015.

Conocimos a Lolo en el primer mural, en Carbajal de la Legua entre risas, preguntas relativas a la localidad, un montón de moras dulces y gordas recogidas por el camino, un niño que se cayó dentro del bote grande de pintura, el color rosa de las caras que se estaba acabando y por eso pusimos a la carbajala con la tez un poquito tostada… El mural terminó llamándose para siempre ”El Carbajal de Siberia” porque lo acabamos entrada la noche, alumbrado por los faros del coche, con un colacao calentito para entrar en calor y la satisfacción de un trabajo muy bien hecho.

Mural de Pobladura, 16 de agosto de 2016.

De nuevo, Lolo volvió a nuestro municipio a través del Instituto Leonés de Cultura para realizar un mural en la caseta del riego donde la parada de la fuente seca, en plenas fiestas y con un montón de gente colaborando.

El día estuvo muy animado entre la batalla de agua, el taller de chapas y el de muralismo.

Proyecto El Bosco con Raza. Noviembre de 2016 a Octubre de 2017. 
Posteriormente, y tras esas dos tomas de contacto, Lolo pidió ayuda a la hoy extinta asociación RAZA, para que confeccionara figuras extraídas de la obra de El Bosco “El jardín de las delicias”, en concreto de la parte del infierno del tríptico para completar un proyecto que se presentó en la Universidad de León. 

Se organizó un taller semanal, con el resultado de seis figuras, que acompañaron en parte las exposiciones de un gran mural que se estaba realizando en paralelo en la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de León, donde se expuso.

Mural para el 8 de Marzo 2021 en Azadinos.

Cuatro años después y de la mano de Moñi, Lolo regresó, en esta ocasión a Azadinos, para realizar el tercer mural, a través de los fondos del Ministerio de Igualdad, enmarcado en el Pacto de Estado contra la violencia de género para la conmemoración del 8 de marzo. 

Situado en la calle Párroco Vidal Fernández Vega, engloba imágenes de la localidad y una mujer que lo observa todo.


Mural de Pobladura 23 de septiembre de 2021 

Por encargo de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Sariegos, Lolo nos visitó durante 2021 en varias ocasiones, con el fin de plasmar en las cuatro localidades del municipio su esencia cultural.

Mural de Carbajal de la Legua, 30 de septiembre de 2021. 

Haciendo escuadra con el primero y procurando una continuidad, se realizó el segundo mural de Carbajal de la Legua, por encargo del Ayuntamiento de Sariegos.

Mural de Azadinos 7 de Octubre 2021

En Azadinos, encontramos un gazapo de liebre muy asustado y herido, estaba en el Auditorio frente al mural… la preocupación por su estado nos acompañó todo el tiempo. Afortunadamente, un buen vecino de la localidad lo cuidó y curó.

Mural de Sariegos 14 de Octubre 2021

Para finalizar la serie de murales, se realizó el de Sariegos, en el que se reflejan las costumbres de la localidad.

Mural de Sariegos entre el 10 y el 14 de Junio de 2022.

Este gran mural, se realizó a cargo de una parte de los fondos del Ministerio de Igualdad, en relación al Pacto de Estado contra la Violencia de Género y por encargo del Ayuntamiento de Sariegos.

En él participó la chavalería del municipio ayudando a culminar la obra».

MOÑI DE CASTRO. 24 NOVIEMBRE 2022.

Carrusel fotográfico:

Si quieres encontrar más fotografías del trabajo de Lolo en nuestro municipio, puedes dejar pasar las fotografías del siguiente carrusel:

Para saber más:

Video del Ayuntamiento para el 8 de marzo de 2021 en Facebook

Mural en Azadinos para plasmar los avances hacia un futuro de esperanza. DIARIO DE LEÓN. 9 de marzo de 2021, 3:33

El dibujante Lolo y la ilustradora Moñi ‘visten’ de Reino de León los centros del Colegio Leonés. ILEÓN. ICAL. 25 de noviembre de 2021 16:17h

Los personajes del tío Ful: Moñi, muralista de Lolo & Moñi. LA NUEVA CRÓNICA.Fulgencio Fernández y Laura Pastoriza 29- octubre-2022

Capillas domiciliarias: La Sagrada Familia

Muchas de las personas que son naturales del municipio conocen esta tradición que se realizaba en la gran mayoría de los pueblos de nuestra provincia.

Se trata de una capilla de madera que tiene un cristal con figuras de la Sagrada Familia, en el caso de Pobladura del Bernesga y Sariegos eran del Niño Jesús, la Virgen María y San José, . En Pobladura, se le suele llamar “La Santina”.

Es una antigua costumbre nacida en el siglo XV y de la que fueron precursores los frailes franciscanos en Italia. Las más antiguas llevaban las imágenes de la Virgen del Carmen, de San Antonio de Padua o de San Francisco de Asís. 

Parece que su introducción en España se debe, hacia 1913, a los PP. Paúles y a las hermanas de la Caridad.  

Aunque no en todos los lugares se hace del mismo modo, la costumbre apenas ha cambiado a lo largo de los siglos: cada capilla suele rotar en un grupo de hogares (por eso se llama «domiciliaria») de modo que pueda regresar al cabo de un mes al punto de partida. El turno va de vecino en vecino siguiendo siempre la misma dirección, y se procura que la capilla pase al menos una noche en la casa, de manera que los miembros de la familia puedan «velar» la imagen. En Pobladura, «la Santina» estaba un sólo día. Se solía llevar a otra vivienda por la tarde más bien al oscurecer.

 Para que cada uno supiera a qué casa tenía que llevarla, la relación de abonados estaba normalmente inscrita en la parte posterior de la capilla.  

  Cuando iba de casa en casa, al llamar a la puerta se oía: «Ave María Purísima…» y añadían «la Virgen», «San Antonio», etc., según de quién se tratase. Y había cierta preocupación si pasaban los días y la Virgen no llegaba el día en que la esperaban. En cada pueblo solían tener una oración para recibirla y otra para despedirse  

Cuando llegaba la imagen a una casa se hacía el recibimiento, se abría la capilla y se le ponía una luz, que estaba hasta que abandonaba la casa, y para la salida se realizaba lo relativo a la despedida.

Suele colocarse la capilla en un lugar preferente, para que quede patente la protección sobre el hogar y sea fácil acudir en oración. En el interior, había unos libros pequeños en los que aparecían las oraciones que se les rezaban.que sirven para recibir la imagen y para despedirla.

La caja de madera tiene un formato vertical de más o menos 60 centímetros. Tiene dos puertas pequeñas, un cajón con una ranura a modo de hucha en la parte inferior y en la superior una corona de marquetería con una cruz; la imagen estaba en el centro y las puertas quedaban abiertas el tiempo que la imagen se quedara en la casa.

   Estas capillas se iluminaban como señal de oración y respeto, tanto de día como de noche, se encendía una lamparilla de aceite,  Más adelante se iluminaron con velas.

 También es costumbre hponer una limosna en la hucha que lleva incorporada y que se destina a obras de caridad. La adquisición y ritual de estas hornacinas no estaba ligada al culto de la parroquia, aunque en la gran mayoría de las ocasiones se entregaba de manera voluntaria el dinero que se sacaba era para comprar flores y velas para la parroquia y para mandar misas a favor de las ánimas del pueblo.

En el caso de Pobladura del Bernesga, se compró a escote entre algunas vecinas del pueblo en tiempos del párroco Patrocinio (años 40-50).

D. Patrocinio, cura-párroco de Pobladura del Bernesga durante los años 40-50

INFORMACIÓN

Información recogida en 2013 por la Asociación Sociocultural “La Panzuela”

La celebración de San Isidro en el municipio de Sariegos

San Isidro, nace en Madrid hacia 1082, en el seno de una familia muy humilde que se sustentaba gracias a los trabajos realizados en el campo, para una familia de renombre. Cuando trabajaba como jornalero, solía repartir sus ganancias entre la iglesia, los pobres y su familia. Por ese motivo, se le considera como el patrono de los agricultores de España y del mundo entero. Se conocen algunos detalles de su vida por las alabanzas que indica un códice encontrado en la Iglesia de San Andrés en 1504 (denominado como Códice de San Isidro y escrito a finales del siglo XII) y donde se denomina Ysidorus Agricola. En 1960 el papa Juan XXIII le declara mediante bula como santo patrón de los agricultores españoles.

San Isidro nace en época de la Reconquista en tiempos en que el rey leonés Alfonso VI llega a Madrid, que se encontraba en manos de la taifa de Toledo. San Isidro nace de una familia de colonos mozárabes que se encargó de repoblar los terrenos ganados por Alfonso VI. Sus padres eran de origen humilde y cabe que le llamaran Isidro en honor de San Isidoro , cuyo cuerpo se había llevado recientemente a León (1063).

Por los milagros que a él se atribuían, desde el siglo XIII y en adelante, se reza a San Isidro para pedir agua para los campos en primavera, momento crucial para que salieran adelante los cultivos sin los cuales las familias sufrían terribles hambrunas, es por ello que su intercesión se generalizó en todo el territorio español en zonas campesinas e incluso se extendió hasta lugares de América Latina, representando también un modo de vida humilde y cercano a la naturaleza.

San Isidro, como patrono de las mujeres y hombres agricultores, suele representarse con una herramienta del campo en la mano; en ocasiones, como en la imagen de Carbajal de la Legua, al lado de unos bueyes, representando aquel milagro de cuando su amo iba a reñirle por rezar en lugar de trabajar y, al acercarse, observar que los bueyes araban solos.

Imagen de San Isidro en las cuatro localidades del municipio: Azadinos, Carbajal de la Legua, Pobladura del Bernesga y Sariegos.

San Isidro era una fiesta muy celebrada en todas las localidades del municipio, hasta los años 60-70 aproximadamente, se sacaba en procesión, se adornaba con centeno y se bendecían los campos; la fiesta continuaba con reparto de escabeche y con concursos de arados para ver quién hacía el surco más recto.

Mujeres ataviadas con el traje regional el día de San Isidro en Pobladura, años 60.

En Pobladura se ha celebrado siempre como fiesta grande del pueblo.

La fiesta se celebraba de modo muy similar en todas las localidades.

El día anterior a la fiesta, las mujeres adornaban la iglesia y al santo, se le ponían unas espigas verdes de centeno.

Imagen de San Isidro en Pobladura, con el ramo de centeno entre los brazos.

Se adornaba la iglesia con flores naturales de las que se encontraban en el pueblo (lilas, peonías, copos de nieve, lirios, calas y también piornos floridos). Las flores se solían poner en la fachada de la iglesia y flores silvestres repartidas por el suelo, delante del templo.

En el día de fiesta se celebraba una misa con procesión y eran los hombres los que tradicionalmente se encargaban de llevar a hombros las andas con el santo.

Durante la misa del 15 de mayo, a través de un cántico propio para este día, se pide que no falte el agua y la protección de los campos a través de la bendición de los mismos.

En Azadinos, el santo se llevaba a las afueras, en Pobladura hasta un lugar céntrico del pueblo; en ambos casos se procedía a la bendición de los campos con ayuda del agua bendita y de las oraciones propias para ese momento.

De regreso a la Iglesia se finaliza el acto con unas plegarias y el reparto del «pan de la caridad». En Pobladura del Bernesga se entregaba en las ofrendas, junto con el pan y el vino, un objeto relacionado con el campo y una hogaza de pan. Esta hogaza una vez que se bendecía por el sacerdote se partía en trozos y se daba a los asistentes al finalizar el acto litúrgico.

En las fotografías, diversos momentos del día de la celebración en Pobladura del Bernesga en diferentes años, a partir del 2000.

En la revista «Fiestas tradicionales en Pobladura del Bernesga» de la Asociación Sociocultural «La Panzuela» en el año 2008 , se realizó el III concurso de investigación y redacción y sobre el tema de la fiesta de San Isidro Labrador, hubo 3 personas que recordaron los siguientes datos. Estos vecinos nacieron a principios de los años 30 en Pobladura del Bernesga.

«Antiguamente, la gente de Pobladura celebraba la fiesta de San Isidro en Sariegos. Era por la tarde, después de acabar las tareas, cuando chic@s y demás vecinos iban al «Salón de Tasio» para bailar, el día del patrón de los labradores. Fue a finales de los años 50 cuando ya se festejó este día con música, en nuestro pueblo» (Rosario Diez Getino).

«Un año , entorno a 1957-1959, engalanaron un carro; en él, pusieron ramas de chopo y a San Isidro en el medio. Iba tirado por un par de vacas. Chicas del pueblo, vestidas con trajes regionales, iban acompañándolo en la procesión y tiraban flores durante el recorrido de la misma » (Evangelina Diez Getino)

«En los años 50, el día de San Isidro, en Valdesancho, se hacía un concurso con arado de madera en las tierras de siembra para ver quien hacía los surcos más rectos. El ganador obtenía un premio en metálico.» (César Rodríguez Diez)

Según testimonios de las personas más mayores, existe en el recuerdo que al finalizar el acto religioso se daba escabeche con cebolla acompañado de vino y acompañado de música tradicional culminaba un día de fiesta . También hace muchos años ( 50-60) hubo concurso de arada,

Refranes que se decían:

Por San Isidro viene el sol y vase el frío.

Si se desigualó el sembrado, por San Isidro está igualadado.

San Isidro labrador, quita el agua y trae el sol..

Por San Isidro, aré lo que pude.