Llega San Blas y las cigüeñas ya ocupan los nidos de Sariegos.

Por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves. A todos los leoneses nos gusta comenzar el mes de febrero recordando este refrán, miramos a los campanarios y a los postes más altos y nos damos cuenta de que las cigüeñas ya llevan un tiempo entre nosotros, y es que el tiempo las tiene muy confundidas, pero, además de los cambios en la temperatura, las cigüeñas encuentran mucho alimento en nuestros vertederos y también en nuestros ríos y por eso pemanecen con nosotros más tiempo.

La cigüeña es un ave que miramos con cariño, tal vez por su gran tamaño es fácil de reconocer cuando paseamos por los campos, pero también por ese aviso que nos trae de la primavera, de que ya los malos tiempos del frío están acabando y, si todavía no la vemos es por buen agüero, porque va a nevar y, también recordamos el otro refrán de «si no la vieres, año de nieves y año de nieves, año de bienes«, aunque ya pocos labradores van quedando en esta tierra que precisen estar alerta de la bondad de la nieve.

Una cigüeña toma tierra en los prados de Pobladura del Bernesga para buscar su alimento a finales del mes de enero, dispuesta a anidar y criar sus cigoñinos en la zona.

Algunas curiosidades sobre nuestras cigüeñas.

Las cigüeñas, estas cigüeñas blancas que los científicos llaman Circonia circonia, ocupan grandes superficies en los prados del municipio de Sariegos. Suelen llegar a zonas ribereñas, húmedas y ricas en pequeños animales que les alimentarán durante todo el ciclo reproductivo en que estarán entre nosotros, por ello podemos verlas en grandes extensiones de prados a la orilla del Bernesga, especialmente en la zona de Pobladura.

Colonia de cigüeñas en los prados de Pobladura del Bernesga

Las parejas de cigüeñas regresan cada año a su nido que reconstruyen colocando palos que consiguen por los alrededores. Los nidos son muy grandes, pueden llegar a tener 2 metros de diámetro y suelen pesar unos 200 kg, aunque pueden llegar a pesar más de una tonelada.

Nido en la torre de la iglesia de Sariegos.

Suelen poner cuatro huevos, pero en ocasiones han llegado hasta 6 ó 7. Sus huevos son de color blanco y son bastante mayores que los de las gallinas o las ocas. Necesitan 33 días de incubación constante para eclosionar. Los dos padres participan de la incubación, turnándose para que los huevos no se enfríen. Las cigüeñas no tienen diferenciación por sexo. Los cigoñinos al nacer, como la mayoría de las aves, tienen un diente en el pico para poder romper la cáscara del huevo.

Nos dicen los biólogos que las cigüeñas pertenecen al orden Ciconiformes, familia Ciconidae; y es que a los humanos nos gusta clasificarlo todo para entenderlo mejor.

Estas cigüeñas son grandes aves, con una longitud que puede llegar a los 110 cm y una envergadura de hasta 218 cm.

Su plumaje es llamativamente blanco y con las plumas negras del vuelo, ofreciendo así un gran contraste; su gran pico anaranjado o incluso rojo, con el que penetran en las zonas encharcadas para conseguir su alimento a base de gusanos, lombrices y hasta culebras y con sus patas largas que estiran al volar o encojen para estar «a la pata coja» cuando descansan. Los cigoñinos tienen los picos negros.

Cigüeña buscando comida en los prados de Pobladura del Bernesga

Su canto nos llama la atención, producido por el martilleo de sus mandíbulas, es conocido como crotoreo. y es un saludo hacia su pareja.

Ciclo reproductivo de la cigüeña

Como hemos visto, la cigüeña llega a nuestro municipio a mediados de invierno, al inicio de febrero, cuando ya los días son más largos y esperamos la llegada de la primavera. Preparan sus nidos que hacen nuevos si no los tienen o acondicionan el anterior, pues cada pareja suele volver a su lugar de origen.

Pareja de cigüeñas en su nido, sobre un poste de luz.

Suele poner los huevos a finales de marzo, entre dos y seis huevos será lo normal. No los pone todos a la vez, suele poner uno cada dos días. El macho y la hembra se turnan para cuidarlo, lo usual es que sea el macho el que quede por la noche. Si la pareja se encuentra en el nido, crotorean.

La incubación dura 33-34 días, los pollos van naciendo uno cada dos días, y podemos apreciar una diferencia de tamaño entre ellos cuando les observamos. Nacen cubiertos de plumón blanco sucio y se mantienen en el nido 60 días. Durante los primeros días son alimentados con una especie de papilla que los padres regurgitan y al crecer tomaran presas enteras. Aunque empiezan a volar  a los 60 días, los vínculos con sus padres durará varias semanas.

Cigüeña alimentando a su cría. F: Cortesía de una vecina de Carbajal de la Legua

Experiencias con cigüeñas en el municipio.

PROYECTO «LAS CIGÜEÑAS» DEL COLEGIO DE SARIEGOS (CRA MAESTRO EMILIO ALONSO)

El colegio de Sariegos, que pertenece al CRA Maestro Emilio Alonso, realizó una preciosa experiencia con los menores del centro para trabajar sobre las cigüeñas que volaban a su alrededor en primavera. Esta experiencia la plasmaron en un vídeo que podemos encontrar en Internet en este ENLACE y del que hemos extraído unas pequeñas fotografías:

Fotografías tomadas del proyecto «La Cigüeña» en Sariegos, centro del CRA MAestro Emilio Alonso

PROYECTO FUNDACIÓN TIERRA IBÉRICA

La Fundación Tierra Ibérica, con sede en Azadinos, realizó hace algunos años una preciosa guía de las aves en el municipio de Sariegos. De ella, extraemos esta foto sobre las cigüeñas:

Página dedicada a las cigüeñas en el Proyecto Fundación Tierra Ibérica.

Podemos encontrar informacicón sobre este documento y todas las aves que en él recogen del municipio de Sariegos en este ENLACE.

Los nidos de cigüeña cuidarás

Con este titular el grupo SEO BIrd Life nos recuerda que las cigüeñas están protegidas y debemos atender el cuidado de sus nidos, aunque no por ello son intocables; los lugares donde los colocan pueden ocasionar graves problemas y su gran tamaño y peso pueden causar graves perjuicios si se caen; es por ello, que los nidos se pueden manipular en invierno, siempre después de haber informado y obtenido los correspondientes permisos administrativos tras haber argumentado los motivos que nos llevan a estas manipulaciones. Una vez que la cigüeña llega a nuestras tierras, debemos respetar al máximo su ciclo reproductivo y permitir que sobreviva y nos enriquezca por su hermosa visión y por los cuidados de la naturaleza que ella mantiene.

Como nos señala SEO Bird Life tal vez debamos aprender el nuevo refrán: Por San Blas la cigüeña verás y sus nidos cuidarás»

Las cigüeñas, en nuestro muncipio, buscan diferentes lugares para anidar, las torres de las iglesias, los árboles o los postes de luz. Podemos encontrarlas en numerosos lugares, ya están aquí y pronto observaremos sus cigoñinos sobrevolando nuestros pueblos.

DOCUMENTACIÓN

DIARIO DE LEÓN, PILAR INFIESTA | SARIEGOS11 DE JUNIO DE 2010,: Un nido de cigüeña protegido deja sin luz 4 horas a cien vecinos de Sariegos.

FUNDACIÓN TIERRA IBÉRICA: Guía de las aves de Sariegos.

Proyecto La cigüeña en Sariegos. CRA Maestro Emilio Alonso. Centro escolar de Sariegos.

SEO Bird Life: Guía de las aves de España. Cigüeña blanca.

SEO-Bird Life: Los nidos de cigüeñas cuidarás.

ZOO BOTÁNICO JEREZ: Colección zoológica. Relación de Especies. Cigüeña blanca.

Los molinos en el municipio de Sariegos

Imagen

León es tierra de molinos, llegando a ser la provincia con más molinos hidráulicos, en el Catastro del Marqués de la Ensenada se llegan a citar hasta 4.497, la mayoría harineros, aunque también los hubo de linaza. En nuestro municipio contamos con seis molinos hidráulicos que aprovechaban el agua de la Presa del Bernesga para moler el grano, para hacer funciones de serrería e incluso producir electricidad.

Son edificios grandes que sirven de testimonio de una época que representa una parte de nuestra economía municipal y que sirvieron como centro de la vida social de los habitantes de entonces, formando parte del patrimonio cultural y etnográfico de la zona. Los molinos tenían una gran importancia pues sin ellos la producción de cereal en la provincia no tenía sentido, constituían el sector industrial más importante de nuestra provincia, no obstante, con la industrialización, perdimos prácticamente toda referencia a ellos salvo las aquí citadas.

Algunos de ellos están abandonados, rehabilitados o habilitados con un denominador común, ser víctimas del progreso y del desarrollo del mundo moderno. En torno a los años 60 y 70 comenzó el declive de este tipo de molinos, coincidiendo con la implantación de las grandes empresas harineras que hicieron que no fueran productivos, ni competitivos, ni rentables. A todo ello se suma que los habitantes de los pueblos del alfoz comenzaron a trabajar no tanto en la agricultura y ganadería como en el sector servicios, de ahí que las tierras se trabajaran menos porque requerían mucho esfuerzo y dedicación, no teniendo buenas contraprestaciones económicas, cosa que la construcción y otros sectores les proporcionaban.

Como curiosidad cabe apuntar que la siembra del centeno se solía dar en los pueblos de Azadinos, Pobladura del Bernesga y Sariegos. En cambio el trigo se sembraba en Carbajal de la Legua. El tipo de arcilla de caliza era el factor que determinaba la siembra del cereal según la zona.

Vamos a conocer los molinos que están y han estado en el municipio de Sariegos.

Fotografía del libro coordinado por Alfredo Álvarez Álvarez «Mira Sariegos».

MOLINO DEL PISÓN o «MOLINO DE MARCELIANO»

No se sabe muy bien el origen del molino del Pisón, se tiene referencias en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1749), cuando se habló de Pobladura del Bernesga se cita que “hay un molino maquilero, de dos ruedas, que llaman el de Arriba y muele centeno». Es propiedad de los herederos de D. Pedro Rodríguez Valcarce, vecino que fue de León y lo administraba Ambrosio Rodríguez, vecino de aquella ciudad. Los Diccionarios de Miñano (1826-1829) y de Madoz (1845-1850) no aluden a molinos.

En un Boletín de la Provincia de León de 1956 encontramos una pequeña descripción: consta de un edificio de 36 metros lineales de fachada por nueve de fondo y se encuentra sobre una finca de una hectárea aproximadamente.

El molino del Pisón, en su última época, ha sido conocido con el nombre de la persona que era propietaria, así que toda la gente del municipio lo recuerda con cariño con el nombre del “Molino de Marceliano”. Según testimonio de su familia directa este molino lo compró la familia y como eran muchos hermanos (11 hermanos varones) el resto adquirió otros molinos y Marceliano se quedó con éste.

Fueron años de mucho trabajo, allí se molía el cereal de la zona, sobre todo centeno y trigo. Marceliano iba con un carro y un caballo por los pueblos para recoger los sacos de cereal, los llevaba a moler y los devolvía a los dueños. En su última etapa se molía para las fábricas de pienso de León pero el avance de las fábricas hizo que estos molinos no fueran rentables.
El cariño y la entrega del molinero hacía su trabajo y propiedad hacía que el señor Marceliano día tras día fuera a visitar su molino, una imagen que muchos vecinos pudieron comprobar ya que era muy habitual verle subido en su bicicleta.

Hoy el Molino del Pisón es una edificio que llama la atención por su envergadura y porque todavía guarda el encanto de una época. Situado en un enclave apartado, hace que muchas personas pasen a verlo desde la vieja carretera que se comunica con la localidad de Carbajal de la Legua.

MOLINO DEL COTO O «MOLINO DE LA PONTONA»

Molino situado en la localidad de Sariegos.

Así está registrado en el Inventario Arqueológico de Castilla y León pero todo el mundo lo conoce como el Molino de La Pontona, debido al paraje donde se encuentra.

Al igual que todos los molinos del municipio era maquilero. Este concepto se debe a que se cobraba “la maquila” (1) ya que no había dinero con que pagar y correspondería a la porción de grano o harina que corresponde al molinero por la molienda.

Varios han sido los propietarios de este molino desde hace muchos años, se sabe que hubo un señor que lo trabajó llamado Pepe y que posteriormente Emilio Farrajón, que descendía de Vivero de Omaña, se trasladó con su madre cerca de la capital y arrendaron un molino en Villabalter y posteriormente se interesaron por el molino de La Pontona y lo compraron.

Este molino sirvió para moler pienso, harina y servía para producir luz para el barrio de La Pontona.

En el año 1994 se compró y se habilitó como vivienda lo que ha permitido que siga conservando su encanto siendo un elemento arquitectónico ligado a la historia de nuestros pueblos.

MOLINO LAGAÑOSO

Este es un molino que muy poca gente conoce. A pesar de estar en la zona de la presa del Bernesga, no se encuentra cerca de la carretera. En la actualidad el acceso a él es complicado porque los caminos de servidumbre están llenos de maleza.  Se encuentra entre la pasarela de Sariegos y la zona llamada Los Barriales de Azadinos. En la actualidad pertenece a la familia Sierra Álvarez.

Al igual que el resto se dedicaba a moler cereal y con el paso del tiempo acabó siendo una carpintería. Cuentan los vecinos de la zona que en los años 50 ya no funcionaba y que estaba cerrado y que era muy común ver a los pequeños que iban a cuidar las vacas a La Vega de Sariegos, ir hasta allí y juntarse la gente de Pobladura y Sariegos para jugar era muy común e hizo que muchas generaciones compartieran momentos de diversión en torno a este molino.

MOLINO Y SIERRA DEL PRADÓN

Al igual que el resto no se sabe con exactitud cuál fue su origen, pero sí que se destinó como molino y luego como serrería. En El Catastro del Marqués de la Ensenada se refiere a un molino maquilero, de dos ruedas, que llaman el de Arriba y muele centeno y pertenece al convento de San Marcos, fue desamortizado (1799-1808) y pasó a manos privadas. En el siglo XVIII ya se conocía de su existencia por documentos donde se menciona la existencia de su torre

Este molino se encuentra en frente del Pradón de los Monjes, en la localidad de Azadinos, en la carretera de Caboalles .Dada la proximidad al río Bernesga y las condiciones naturales para el desarrollo de grandes plantaciones de chopos, se favoreció que existiera en la zona la implantación de una sierra. El último propietario fue Aquilio García.

Era un edificio grande, en la parte superior de la serrería las instalaciones estaban adaptadas para que fuera vivienda de una familia que a su vez ayudaría al funcionamiento y trabajo de la serrería. Debido a la competencia de la industria de la madera los dueños cerraron esta serrería y buscaron otra ubicación en el municipio de San Andrés del Rabanedo.

En la actualidad el edificio se ha rehabilitado y adaptado para la celebración de eventos.

MOLINO CABO DE LA PRESA

Se trata de una instalación que se encuentra situada a lo largo del cauce de la Presa del Bernesga, que trabajaba todo el año, no era estacional y cobraba maquila.

Tampoco se sabe cuándo se construyó, pero en El Catastro del Marqués de la Ensenada ya queda reflejada su existencia y añadiendo que pertenece a José Ibáñez, que era vecino de León y que dicho molino muele con tres ruedas.

Según testimonio de su propietaria,

«El molino fue comprado por su abuelo el 18 de septiembre de 1945 y se lo compró a la viuda de Norberto Arévalo López, y las hijas de éste; Rosa y Carmen. Concretamente lo identifican en la escritura como molino harinero al sitio del Cabo de la presa, Coto y Pontico. Estos señores lo habían comprado en el año 1902. Lo más peculiar es que en la propia escritura se describe el salto de agua que posee el molino y que sigue en vigor a esta fecha, y que la mayor parte de los edificios que componían el molino (porque había otros dos destinados a almacenes) fueron consumidos por un incendio. Lo compró mi abuelo (José Llanos Suárez) en la cantidad de 20.000 pts

En la actualidad, es un molino que se ha rehabilitado para vivienda y sigue conservando la belleza que en su día le hizo único.

Escritura del último cambio de propiedad del Molino Cabo de la Presa

MOLINO DE LOS MORATIELES

Poco se ha llegado a saber de dicho molino, se sabe que está en un paraje llamado “La Becillana” que pertenece al pueblo de Azadinos.

El Catastro del Marqués de la Ensenada alude a él como el de “Abajo” y que sus propietarios eran Constancia García y Juan Llanos, que eran vecinos de Azadinos. Este molino molía con dos ruedas. Al igual que otros molinos, éste en su última época adquirió el nombre de sus propietarios «Los Moratieles«. Cuentan los vecinos de la zona, que a mediados de los años 30 ya no existía y que era un molino que molía harina y que en las proximidades había una casa grande donde vivían unos caseros que cuidaban del molino y de la finca.

En la actualidad, no existe como edificio, desapareció y solamente se puede ver la existencia del mismo coincidiendo que la Presa del Bernesga no lleve agua y pueda divisarse en la acequia resto de alguna piedra que formaba parte de su funcionamiento.

Molinos de rodezno

La mayoría de los molinos hidráulicos de León eran de rodezno.

El rodezno es una rueda horizontal dentada situada sobre el cauce del río que se mueve por el empuje del agua de forma natural. Eleva este movimiento a las ruedas del molino sin necesidad de engranajes n i transmisión alguna, el eje que une el rodezno con la piedra volandera es el que la impulsa. Este modelo es diferente a los de rueda vertical que apenas se conocían en el Norte de la península.

Modelo de rodezno

Modelo de rodezno, rueda horizontal sobre el cauce del río con el eje que eleva el movimiento a la piedra volandera. Molino El Pisón de Pobladura del Bernesga.

(1) La Maquila

La maquila hace referencia a una cantidad variable, es la parte de la molienda que corresponde al molinero; viene del árabe makila o medida y sirve para denominar el sistema de pago en los molinos: el molinero muele el trigo y cobra por su servicio quedándose con una parte de la harina obtenida. En León se tiene referencia a que el cobro era de un celemín por cada quilma de trigo, o saco . Es decir, por cada 80, 85 kg de trigo cobraba unos 6,5 kg de harina

Documentación:

BOP de León de 19 de septiembre de 1956, p 4

PABLO ZAPICO GUTIÉRREZ: Inventario de los molinos de la provincia de León en el catastro de Ensenada y en los diccionarios de Miñano y Madoz. Tesis doctoral. Universidad de Valladolid