Postres de Carnaval

Orejas, flores y frisuelos en el Carnaval del municipio de Sariegos

El Carnaval es la antesala de la Cuaresma con sus cuarenta días de parquedad a la mesa y, antes de entrar en ella, todas las casas preparaban dulces con lo básico que había en los hogares: en los momentos de más penuria, harina y agua y, dependiendo del momento, se añadieron los huevos y la leche o mantequilla. Casi todos los postres de Carnaval, en la provincia de León, se hacen fritos y rociados de abundante azúcar.

La celebración de Carnaval comenzaba con el «sábado frijolero», preparando abundantes fuentes de dulces para los días de Carnaval que se acabarían el miércoles de ceniza con el comienzo de la Cuaresma. He aquí algunas de las recetas y curiosidades de la preparación de estos dulces en el municipio de Sariegos.

Frijuelos

RECETA DE POBLADURA DEL BERNESGA

INGREDIENTES

Antiguamente y cuando había menos posibles, los frijuelos se hacían con agua en vez de con leche, ahora los hacemos con estos ingredientes:

1 huevo, 1 vaso grande de leche, 1 cucharadita de azúcar, 1 pizca de sal, harina, aceite.

PREPARACIÓN

Pondremos una sartén a calentar y cuando esté bien caliente añadiremos un chorrito de aceite o untaremos la sartén con un trozo de tocino fresco. Echaremos un poco de la masa, esparciremos por todo el fondo. Deberá quedar fina y dejaremos que se haga por ese lado y le daremos la vuelta.

Se saca para una fuente y se espolvorea con azúcar. Se repite la operación  hasta terminar la masa

OTRA RECETA DE CARBAJAL DE LA LEGUA

El grupo de Envejecimiento Activo nos envía la receta de Gelines Robles, recientemente fallecida, y desean recordarla con este aporte:

INGREDIENTES

Dos huevos, medio vaso de leche, un poco de sal, la punta de una cucharilla de bicarbonato o levadura «royal», un chorrito de anís, un poco de zumo de limón, 8 cucharadas de harina colmadas.

Se procede igual que la receta anterior.

Flores de Carnaval

Las flores son un postre que se hace con la misma masa de los frijuelos, pero con un molde especial. Ahora podemos encontrar en las ferreterías el molde para hacer las flores, pero antaño era un utensilio que se le encargaba al herrero que lo hacía de hierro, era de diferentes formas según la creatividad del artesano. No todo el mundo podía hacerse con uno y el que lo tenía lo iba pasando entre familiares y vecinos. En la actualidad, se encuentra en las ferreterías y es un modelo único, un poco más alto que el antiguo.

INGREDIENTES

1 huevo, 1 vaso grande de leche, 1cucharadita de azúcar, 1 pizca de sal, harina, aceite .

PREPARACIÓN

Mezclamos el huevo con el vaso de leche, la cucharadita de azúcar y la pizca de sal. Añadiremos harina hasta que nos quede una masa con la consistencia de unas natillas claritas.

Se le puede añadir un chorrito de anís.

Antes de freir, prepararemos una sartén honda en la que meteremos el molde cubierto de aceite, se pone al fuego con una monda de limón o de naranja. Sacaremos el molde cuando la monda de limón o de naranja quede doradita. Sacamos el molde y lo metermos en la masa y lo volveremos a meter en el aceite para que la masa se suelte y se frían las flores por las dos partes; hay que tener el cuidado al mojar el molde, que la masa no sobrepase el borde superior para que la flor se suelte bien al ponerlo en la sartén.

El molde deberá estar siempre en la sartén y cubierto por aceite. 

Para que el molde de las flores no se pegue no se debe fregar, simplemente una vez terminado de freír las flores se escurre y se envuelve en papel de cocina, se le coloca papel de aluminio y queda listo para la próxima vez.

Orejas

INGREDIENTES

1huevo, 150 cl. de aceite de oliva, 150 cl. de agua, 100 cl. de vino blanco, 3 cucharaditas de azúcar, 1 cucharadita de sal, harina, aceite, azúcar; aceite para freir.

PREPARACIÓN

Separamos la yema de la clara. Batimos la clara a punto de nieve y reservamos. En un bol mezclamos el azúcar, sal, el aceite, el agua, el vino blanco y la yema y lo batimos. Añadimos la clara a punto de nieve, y luego el harina. Amasamos hasta que la masa tenga una consistencia que se pueda estirar con el rodillo y no se pegue.

Enharinamos la mesa y ponemos un trozo de masa y la estiramos lo más posible, pero sin que se nos rompa, y con un cuchillo vamos cortando cuadros que freiremos por tandas en abundante aceite caliente.

Antiguamente, como no había rodillos en las casas se usaban botellas vacías y limpias para estirar las masas.

Una vez doradas y fritas las pondremos a escurrir sobre papel absorbente y espolvorearemos con azúcar.

Crespillos de Carnaval

INGREDIENTES

2 huevos, 30 gr. de harina, 150 gr de azúcar, 1 cucharadita de levadura y un vaso escaso de leche.

PREPARACIÓN

Batir las yemas con el zúcar e ir añadiendo la harina y la leche poco a poco.

Aparte, batir las claras a punto de nieve y añadirlas con cuidado para que no se bajen; poner la lavadura y freir en aceite no muy caliente, pequeñas porciones con una chuchara.

¡Importatne! calentar la cuchar en el aceite antes de introducirla en la masa y dejarla llena en la sartén hasta que se despegue sola

Espolvorear con azúcar molida y servir.

Seni Suárez, de Azadinos, comparte con nosotros esta receta de Crespillos que fue en su día ganadora en un concurso de recetas organizado por la Diputación de León.

Rosquillas fritas

INGREDIENTES

Por cada huevo un cascarón de aceite crudo de girasol, 2 cucharadas de azúcar, medio vaso de vino blanco, limón rallado, una copita de anís, un poco de bicarbonato, la harina que admita y un poco de sal.

PREPARACIÓN

En un bol se mezcla la harina, los huevos, el aceite de girasol, el azúcar, medio vaso de vino blanco, la copita de anís, el bicarbonato y por último se añade la ralladura del limón, una pizca de sal y la harina que admita.

Se envuelve la mezcla y se deja dormir mínimo una hora. A continuación se les da forma y se fríen en una sartén con abundante aceite. Por último se les añade azúcar por encima.

FOTOGRAFÍAS FACILITADAS POR

Gelita (Azadinos)

Marisa (Azadinos)

M. Mar Ordóñez Álvarez (Pobladura del Bernesga)

Seni Suárez (Azadinos)

INFORMARON:

Asociación de Mujeres Santa Eulalia de Azadinos

Grupo de Envejecimiento Activo de Carbajal de la Legua

DOCUMENTACIÓN

Asociacion Sociocultural La Panzuela: ¡¡Postres que triunfan en nuestras mesas!! Un Cuaderno para el recuerdo IX

Asociacion Sociocultural La Panzuela: ¡¡Recetas heredadas en Pobladura del Bernesga !! Un Cuaderno para el recuerdo IX

Retablo mayor en la Iglesia de San Martín de Tours de Carbajal de la Legua

La iglesia de San Martín de Tours, en Carbajal de la Legua es de estilo renacentista, conserva la torre y el cuerpo del presbiterio del siglo XVI, siendo el resto rehecho en 1762. Entre sus piezas destacadas está su retablo mayor.

En 1548 se firma la licencia para su realización con el ensamblador Antonio de Remesal, el pintor Antón Fernández de Meres y el imaginero Juan de Angers, los tres vecinos de León, de la escuela de Juan de Juni. Se pide se haga entrega del mismo el día de Pascua Florida de 1550, aunque al parecer, problemas arquitectónicos obligaron a una entrega posterior.

La pieza, en honor a San Martín, tiene unas dimensiones de 5,20 metros de ancho por 4,50 metros de altura, distribuidos en cinco calles y dos pisos más una prevela y un banco. El retablo consta de dos cuerpos, organizados por columnas y pilastras platerescas de orden jónico y corintio.

Distribución de figuras en el retablo

Para ubicar las figuras en un retablo hablamos de cuerpos si nos referimos a las partes horizontales y de calles si nos referimos a las verticales. El cuerpo inferior, que suele tener una temática común, se denomina banco.

En el banco del retablo de la iglesia de Carbajal se representan de medio releve al conjunto de los Apóstoles y a San Sebastián.

Las imágenes de los Santos San Judas, San Matías, San Bartolomé y San Mateo, recuerdan el estilo de Juan de Juni.

Banco en el Retablo de la Iglesia de Carbajal

En el primer cuerpo encontramos tablas con escenas de la vida de San Martín.

Y en el segundo, asuntos de la Virgen.

En la parte central se encuentran las esculturas de San Martín de Tours y la coronación de María.

La imagen del santo titular resulta ser la mejor de todo el conjunto. Aparece representado con traje pontifical y sentado en su trono con actitud de bendecir.

San Martín de Tours, en su representación como obispo, ocupa el cuerpo central del retablo de la iglesia de su advocación en Carbajal de la Legua.

En la parte central del banco se encuentra el sagrario, una magnífica obra que recuerda la escuela de Juan de Juni, siendo muy parecido al que este autor realizó para el altar de Mansilla Mayor.

El retablo fue restaurado en 2006 pues se encontraba en un lamentable estado de conservación debido a la carcoma y humedad en la madera.

La imagen de Santiago peregrino cobra gran importancia en las iglesias que discurren a lo largo de los caminos a Santiago. En la imagen, la que se encuentra en el retablo de la iglesia de Carbajal de la Legua.

En este vídeo que encontramos en Youtube puedes ver unas imágenes magníficas del retablo: Retablo Iglesia San Martín de Tous de Carbajal de la Legua.

¿Quién fue Juan de Anges o Angers?

Juan de Anges fue un escultor procedente de Francia, nacido en 1504 aproximadamente. Debió de llegar a León en torno a 1532-1533, momento en el que también aparecen en esta ciudad Guillén Doncel y Juan de Juni, siguiendo el Camino de Santiago. Con ambos maestros aparece en estrecha colaboración. En 1534 ya estaba en la ciudad, pues encontramos documentación donde se le cita como padrino de dos niños bautizados en la parroquia de San Martín.

Colabora con Gullén Doncel en la talla de la sillería del coro de San Marcos y en diversos monasterios de la provincia de León y se cree que también colaboró con varias obras de Juan de Juni.

Antón Fernández de Meres

El pintor de las tablas del retablo de Carbajal de la Legua, coetaneo a Juan de Juni y Juan de Anges, doró y pintó la Virgen Blanca de la Catedral de León, tallada en el s XIII y considerada una de las mejores esculturas del arte gótico en España, pierde la policromía por las inclemencias del tiempo de León.

San Martín de Tours en la iglesia de Carbajal de la Legua

San Martín de Tours nace en Hungría en el año 316  y fallece en Francia en el 397. En ese momento, toda Europa está bajo el dominio del Imperio Romano y Martín nace en el seno de una familia de militares romanos por lo que su padre encauza su vida al servicio del imperio, siendo guardia imperial desde los 15 hasta los 40 años y al que impuso el nombre del dios de la guerra, Marte. Martín rechaza la violencia, se convierte al cristianismo y decide vivir como un ermitaño en completa austeridad. Se traslada a la Galia francesa y después de muchos años de austeridad y entrega es nombrado obispo.

Martín se convierte en uno de los santos de más popularidad de la Edad Media, siendo su tumba el tercer lugar de peregrinaje más famoso en el mundo en ese momento, después de Roma, Jerusalén (aún no se había descubierto la tumba de Santiago en España).

En el siglo IX se descubre la tumba del apóstol Santiago en Galicia. La Alta Edad Media es un momento donde se suceden grandes tumultos. Se habla del fin del mundo, España está invadida por los musulmanes, hay grandes pestes y guerras en Europa. La penitencia y peregrinación se generalizan en el mundo cristiano y desde Europa llegan miles de peregrinos que, pasando por Francia, atraviesan España hasta Galicia; a lo largo de estos caminos los peregrinos buscan llegar al máximo de lugares a la vez y es lógico pensar que entrasen en España muchos peregrinos que hubieran visitado en su camino los lugares de San Martín, al igual que se acercaban al eremitorio de San Froilán en León. Siendo Carbajal parte importante del Camino de San Salvador, que en aquellos tiempos tenía gran relevancia por el mismo hecho de aprovechar la ruta para visitar las reliquias en Oviedo, es lógico pensar en una advocación hacia un santo al que los peregrinos tenían gran apego.

Hemos de recordar que San Martín tenía cuatro días de culto al año y que el 11 de noviembre comenzaba en la Edad Media el año litúrgico como preparación para el tiempo de Navidad.

FIESTA DE SAN MARTÍN EN CARBAJAL DE LA LEGUA

El 11 de noviembre se celebra San Martín y en Carbajal se celebra esta fiesta con una misa y una comida de hermandad entre los vecinos del pueblo.

FOTOGRAFÍA

Fotografías cortesía de Moncho Franco

J.J. RIBERA BLANCO: Juan de Angers el Viejo y el retablo de Carbajal de la Legua.

DOCUMENTACIÓN

Diario de León 8 de marzo 2019

Diario de León .PILAR INFIESTA – La Junta adjudica la restauración del retablo de la iglesia de Carbajal de la Legua por 88.361 euros. CARBAJAL DE LA LEGUA 7 DE JULIO DE 2006

DIEZ ALONSO, MATÍAS (2001): Carbajal de la Legua y su entorno. Ed Junta Vecinal de Carbajal de laLegua-ayuntamiento de Sariegos-Ediciones Lancia Madrid. ISBN 84-8177-075-2

Digital de León:¿Sabes dónde está esta bonita iglesia de León? 19 Diciembre, 2019

DIPUTACIÓN DE LEÓN.Boletín Oficial de la provincia de León n15 de viernes 18 de enero de 2002: Normas urbanísticas del municipio de Sariegos.

NAVARRO PIÑEIRO, RAMÓN: Juan de Angers el Viejo y el retablo de Carbajal de la Legua.

SÁNCHEZ FRANCO, MARTÍN: La hornacina: Datos sobre la influencia en el arte de la devoción a San Martín de Tours. La Iglesia de San Martín de Sevilla.

PELTIER, CYRIL: Jean d’Angers l’Ancien : itinéraire d’un sculpteur angevin en Espagne au Siècle d’Or (de 1532 à 1576)

REAL ACADEMINA DE LA HISTORIA. BIOGRAFÍAS. JUAN DE ANGES.

RODRÍGUEZ RAIMUNDO: Guía artística de León. Imprenta Moderna 1925.

Homenaje al peregrino en Carbajal de la Legua.

Una obra del escultor leonés Carlos Álvarez Cuenllas.

El Camino de San Salvador es la variante del camino de Santiago que lleva de León a Oviedo, para, desde allí, dirigirse a Santiago. Se debe su origen a la peregrinación que se hacía hasta la Catedral de San Salvador en Oviedo, para allí poder visitar las reliquias. Existe un refrán muy conocido y popular que dice:

«Quien va a Santiago y no va al Salvador, honra al criado y deja al Señor«.

Dedicaremos capítulo aparte a este tema tan interesante que da protagonismo a la localidad de Carbajal de la Legua por contar con lugares hospitalarios para los peregrinos allá en la Edad Media.

En relación con nuestro trayecto de El Camino de San Salvador, en junio de 2014, se inaugura un Monumento al peregrino en la localidad de Carbajal de la Legua, a la altura del número 92 de la Avda. San Antonio, tramo del Camino de San Salvador que va desde Carbajal de la Legua a Cabanillas.

Es obra del escultor Carlos Cuenllas.

Carlos Cuenllas nace en León en 1969, es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. Inicia su trayectoria artística y creativa en el año 1996. Pertenece al grupo de artistas surgidos de la Facultad de Bellas Artes de Salamanca que renovaron el panorama artístico tanto de León como de la Comunidad Autónoma en la década de los noventa. Ha sido reconocido con numerosos premios y cuenta con obras en varias ciudades españolas, así como colecciones públicas y privadas.

«Arquitectura», homenaje al peregrino en Carbajal de la Legua

Esta obra escultora que el autor denomina «Arquitectura», se trata de una iglesia reproducida que cuenta con vidrieras policromadas e iluminación interior. Inevitablemente, la visión de estas vidrieras nos llevan a la Catedral de León.

La escultura fue inaugurada en 2014 por el presidente de la Diputación, con objeto de impulsar el Camino de San Salvador y, de ese acontecimiento, permanece una placa que conmemora la inauguración.

«Arquitectura». Tal vez la iglesia más pequeña del camino de Santiago, se puede acceder al interior desde una puerta en la peana de la escultura. Situada en Carbajal de la Legua (Ayuntamiento de Sariegos, León); pertenece al Camino de San Salvador, un ramal del Camino de Santiago. La pieza está hecha de acero inoxidable, acero corten y vidrio.

Esta es una escultura-arquitectura, con la que el espectador puede  interactuar, puede entrar en ella (Como en la  escultura del coche de carreras, ubicada actualmente en la calle Ordoño II de León). He diseñado los cristales a modo de vidrieras para que la persona pueda sentir las sensaciones que puede alcanzar en la soledad de un templo, eso sí, con todo lo que implica el cambio de escala.

No obstante, por seguridad, de momento, sólo se puede acceder al interior en ocasiones especiales. 

Exteriormente, esta «pequeña  arquitectura» nos recuerda por sus formas  a las iglesias tradicionales, a pesar de que sus paredes de acero inoxidable imprimen cierto carácter futurista, a sus fachadas, que reflejan a modo de espejo las luces y formas que rodean a la pieza en cada momento, una característica por la que el escultor usa el acero inoxidable en muchas de sus obras escultóricas ya que contribuye a integrarla perfectamente en el entorno en el que se sitúa, incluso en el caso de que este sea cambiante.    

CARLOS CUENLLAS

Las medidas de su interor son de 75 cm de largo por 57 cm de ancho.

Podemos ver en esta presentación diferentes planos de la escultura que nos envió su autor:

Pero, sin duda, la pequeña iglesia homenaje al peregrino en Carbajal de la Legua merece una visita para su disfrute.

Una visita en la noche de estos días, septiembre de 2021, nos permite obtener estas bellas imagenes de la escultura:

Carlos A. Cuenllas cuenta en la actualidad con un amplísimo y muy significativo currículum expositivo, con algo más de doscientas muestras colectivas e individuales tanto en España como en el extranjero, destacando varias participaciones en ARCO, el IVAM de Valencia, La Fundación Evaristo Valle, o la Fundación Marcelino Botín entre otras instituciones y museos.

La escultura de Carlos Cuenllas se caracteriza básicamente por la utilización del acero inoxidable como componente fundamental, combinando el uso del metal de procedencia industrial o por el tratamiento de las planchas de acero inoxidable.

Podemos visitar su currículum en la web de la Galería Cinabrio de León: «el arte de lo imposible» para conocer más sobre este autor.

Carlos Cuenllas es profesor de Educación Plástica, Visual y Audiovisual de la ESO en el colegio Marista San José de León, asignatura que él define como:

Una entrada directa a una dimensión artística elaborada con respeto, con tolerancia, y en armonía con muchos de los valores necesarios para la evolución de esta sociedad a mejor: igualdad, diversidad y, sobre todo, empatía junto al manejo de las emociones.

CARLOS CUENLLA

La obra que mejor conocemos del autor todos los leoneses es la «Escalera de la Vida», situada en Alvarez López Núñez, un trabajo realizado con alumnos de 3º y 4º de ESO y premiada por su valor artístico, su genialidad y ánimo, un trabajo interdisciplinar de los profesores Carlos Cuenllas, Carmen M. Alonso, Ana Belén Delgado, Patricia Barón, Ana I, Martínez de Paz y Antonio Álvarez de Felipe.

FOTOGRAFÍAS

Carlos Cuenllas

M. Mar Ordóñez

DOCUMENTACIÓN

Bembibre Digital: La obra de Carlos Cuenllas en La Casa de las Culturas.

iLEÓN: Cuando el arte se escapa más allá de los muros del colegio.

ILEON; S. Gallo/ Ical | 09/09/2014 :Los ayuntamientos del Camino de San Salvador buscan incrementar la afluencia turística de cara al 2015

ILeón21/02/18 : La ‘Escalera de la vida’ de los Maristas en León, finalista en unos premios nacionales del arte en las aulas.

La Nueva Crónica de León; 09/03/2016, REVUELTA, J., : Carlos Cuenllas: «He intentado generar el ambiente de un templo»

León Noticias, 31-julio-1919: El leonés Carlos Cuenllas instala una escultura sobre reciclaje de la ONGD SED en Asturias

Fb: Obras de Carlos Cuenllas.

Producción ganadera y venta de leche en León.

A mediados del S XIX, en León, predominaba el sistema de producción vacuna basado en el aprovechamiento de los pastos comunales.

A finales del S XIX y principios del XX llegaron a España nuevas razas de ganado vacuno que coexistían con las autóctonas; entre ellas llegaron la «frisona» y la «suiza».

A lo largo del S.XIX (1860-70) se extendió un mercado de la leche de las zonas limítrofes con León hacia la ciudad; lamentablemente, este producto fresco no aguantaba durante mucho tiempo el transporte, era un producto de venta diaria. La demanda de leche la ciudad, que estaba en notable crecimiento, propició el asentamiento de muchas granjas de vacuno en el municipio de Sariegos.

La demanda era mayor que la oferta y, por lo tanto, los ganaderos no sintieron la necesidad de transformar la leche en otros productos menos perecederos, como así ocurría con la leche de la montaña que debía sufrir un recorrido mayor para llegar fresca a las ciudades; por lo tanto, en las zonas periurbanas a la capital no se generaron industrias de producción de mantequilla o queso y sólo se vendía la leche fresca en la ciudad.

Hasta los años 30 los ganaderos consideraban que la producción de leche era más rentable que la de carne y por ello orientaron su ganadería hacia ese producto.

Manuela, de Sariegos, en la plaza de Guzmán el Bueno en León, años 50.

CUANDO SE IBA A LEÓN CON LA LECHE

Muchas familias tenían vacas y la leche que sobraba a la familia se llevaba a vender a León. Así que jóvenes y gente más mayor, durante muchos años se dedicaban a venderla por las calles de la capital leonesa.

Antiguamente, el medio más usado para llevarla era la burra y después la bicicleta, aunque también se veían carros tirados por caballos, cuando eran muchos los litros que se llevaban. Cuando en una familia había pocas vacas, suficientes para la economía doméstica, juntaban la leche sobrante de varias familias para «hacer día», esto significa que según la leche que se aportara, se podía llevar a León cada tres días, o dos días seguidos.

Por la mañana se ordeñaba pronto, porque sobre las 9:00 ya había que salir para León. Así que antes de esta hora, había que ir a la casa de la que le tocara venderla. Se medía la leche y se juntaba la fría de la noche anterior en cántaras aparte y la caliente recién ordeñada en otras. Había cántaras que llevaban 10 u 11 litros y la lechera que llevaba 8 litros.

Una vez cerradas cántaras y lecheras con un trapo para ajustar la tapadera, había que colocarlas en la bicicleta para llevar el máximo posible. Ponerlas en la bicicleta era todo un ritual: atrás a cada lado, una cántara; delante otra, donde el guía y una lechera en cada manillar y si se tenía más leche se colocaba otra lechera en el portabultos. También se llevaba dentro de un bolso el cuartillo y el litro, que eran las medidas de capacidad usados para medir la leche.

El tramo que más costaba hacer era el que iba desde el pueblo hasta la carretera general debido a que era camino sin asfaltar, había muchas piedras y era peligroso caerse o perder alguna lechera.

Una vecina de Pobladura recuerda:

«En el Valladal cuando llovía se llenaba la carretera de agua de lado a lado, pero una vez que se llegaba a la carretera Caboalles era mucha gente que encontrabas llevando cosas a vender a León. El camino estaba todo lleno de árboles que daban mucha sombra, cosa que se agradecía. Una vez que se llegaba al Crucero, había una caseta «el fielato» cerca del parque de Quevedo donde se aplicaban los impuestos de peaje y portazgo sobre el pescado y demás mercancías (huevos, verdura, leche, animales, leña…) según una tabla minuciosa de cobranza. En el fielato había unos señores uniformados que aquí les llamábamos «chiris» que controlaban que todo el mundo cumpliese las normas y que la gente tuviera la placa de la bicicleta correcta. Mucha gente allí se reunía y era raro el día en el que no se tuviese que esperar. Lo pasábamos muy bien porque todos nos conocíamos y se hablaba de muchas cosas.

Yo ya tenía clientela fija, mi ruta era por las calles del Crucero, Colón, Sampiro y José Antonio. Cuando se llegaba al bloque de casas se apoyaba la bici en la pared, se cogía la cantidad que la señora quería y se le subía al piso. A pesar de dejar la leche en la calle, nadie cogía nada. El pago de la leche se hacía a diario. Si se vendía toda la leche y se necesitaba más, o por el contrario sobraba y había que venderla; íbamos a la Plaza Mayor de León para venderla o comprarla.

Todos los días bajábamos con leche a León, de lunes a domingo, sin importar que fueran fiestas. Y todos los días había plaza. Más o menos a eso de las 13:00h. nos quedábamos de esperar donde Honorato, que era una tienda de comestibles que estaba cerca del colegio de las Pastorinas. Otro lugar de encuentro era una pastelería que estaba también por allí cerca. Así que un buen bocadillo o un pastel solíamos comer para coger fuerzas hasta llegar a casa. No todo eran risas y momentos divertidos, las chicas sobre todo lo pasábamos mal en invierno porque de aquella no era común llevar pantalones, así que casi todas llevábamos faldas con las que pasábamos mucho frío. Los sabañones estaban a la orden del día en manos y piernas.

Pero de todas las maneras fue una etapa de mi juventud que la recuerdo con buenos momentos. Se trabajaba mucho, pero el ambiente que había era muy sano y favorecía la amistad entre la gente.

celia álvarez díez, Publicado en «Un cuaderno para el recuerdo».Asociación Sociocultural «La Panzuela» 2008

Pío, el lechero de Azadinos.

En los años 50 el Sr. Pío distribuía leche por la zona de La Condesa en la ciudad de León. Su ganadería no tenía carácter familiar, si no que fue empresario de la distribución de le leche; inició su andadaura con un carro tirado por un caballo, pero se mecanizó con uno de los primeros coches que llegaron a la provincia para mejorar las condiciones de su distribución.

El ordeño de la leche:

La jornada comenzaba pronto, al amanecer, para poder hacer el reparto antes de que calentase mucho el sol y la leche pudiera «cortarse».

En los establos, o cuadras, donde las vacas se guardaban por la noche, las mujeres solían hacer el recorrido, vaca tras vaca, para el ordeño.

Para ello, se sentaban en unos taburetes de tres patas (eran así porque estos «asientan» siempre, sobre un suelo que solía acumular paja sucia), colocaban un cubo bajo la ubre de la vaca y con manos expertas y a un ritmo firme pero sereno, conseguían ordeñar la leche de la vaca.

La leche se dejaba en cubos toda la noche, para que enfriase, luego se transportaba a las lecheras que se tapaban rápidamente. Si el cubo era para el consumo familiar y la leche permanecía en él, se cubría con un lienzo de lino o algodón para proteger la leche hasta ser hervida para su consumo.

«En mi casa había 12 a 15 vacas lecheras y mi madre la llevaba a León en carro de caballo, el cual sabía todas las paradas y no se movía hasta que mi madre lo ordenaba.

En abril se compraba alguna vaca joven, jatas, que se llevaban al monte todo el verano y allá por noviembre se guardaban ya en el establo y comenzaban a dar leche.

La leche dse dejaba enfriar toda la noche en los calderos y, si había tormenta, se les ponía un hocil encima, o cualquier cosa de hierro, pues se pensaba que así no se cortaba».

INFORMANTE: ELENA FERNÁNDEZ GARCÍA, DE CARBAJAL DE LA LEGUA.

Sobre la calidad de la leche y de cómo evitar engaños

Para evitar que la leche se adulterase mezclándola con agua, existían unos profesionales conocido por el nombre de «veedores» que actuaban como inspectores midiendo la calidad de la leche y multando si se observaba que esta había sido adulterada.

Para comprobar este objetivo, utilizaban unos aparataos especiales:

Igualmente, algunas personas que llevaban la leche a vender, utilizaban en sus casas unos instrumentos conocidos como «pesa leches familiar«. Como se señaló anteriormente, cuando una lechera no tenía suficiente leche para vender en León a sus compradores, adquiría la que le faltaba de una ganadería vecina; para no ser engañada y comprobar que la leche que compraba tenía la misma calidad que la suya, utilizaba estos instrumentos de medición.

Hoy en día podemos disfrutar del pasto del ganado vacuno en los prados del municipio.

EL RECUERDO DE AQUELLOS TIEMPOS EN NUESTRAS CASAS

Fueron tiempos duros que se recuerdan con añoranza, y las familias rinden homenaje a sus antepasados con la presencia de fotografías y objetos que a veces se decoran o colocan en rincones de las casas.

Voces leonesas sobre el ganado vacuno, la producción y venta de leche, al modo de hablar de Sariegos:

ALFORJAS: Dos bolsas de tela que se unían entre ellas y que se echaban sobre el lomo de las caballerías para transportar, en este caso, las cántaras de leche que se llevaban al mercado. Antiguamente eran de un tejido con la urdimbre en lino y la trama en lana.

CANAL: Zanja que se realiza en la cuadra para dar salida a la orina y al
estiércol

CUBO o CALDERO: Recipiente que se utilizaba para el ordeño de la leche. Antiguamente, los que se recuerdan o aún conservan en alguna casa, eran de zinc y ocasionalmente de «porcelana»; éstos últimos podían ser de hierro con un recubrimiento vítreo muy resistente al calor, a las manchas y a la corrosión, aunque ésto les hacía más pesados.

Con la llegada del plástico, los antiguos cubos de cinz fueron sustituidos por ser, los de plástico, mucho más ligeros.

Solían tener una capacidad entre cinco y 10 litros.

Se colocaban bajo la ubre de la vaca y las manos profesionales de las ordeñadoras (solían ser las mujeres) lo llenaban. Se solían tapar con una tela de lino o algodón para evitar que la leche se manchase con pajillas del establo o con las moscas. Cuando el cubo se llanaba, se iban rellenando las lecheras que hubiera en la casa.

La voz procede del hispano-latino cüpus, derivado, a su vez, del latín cüpa.

JATO-JATA: Becerro o Ternero (DRAE).

LECHERA: Recipiente para almacenar y transportar la leche; por lo general, de forma cilíndrica en la zona, con tapa para resguardar el producto; con dos asas a los lados superiores para facilitar el transporte. Tambíen se denominaba así a la pequeña lechera, que podría tener una capaciad de dos litros, para adquirir la compra de la leche, bien por las personas del pueblo que iban a comprarla a las cuadras de los vecinos o bien por las personas de la capital cuando recibían en su puerta al lechero o lechera.

Pequeña lechera para la adquisición de la leche para la familia, para el gasto de uno o dos días.

LITRO: Vaso de esta capacidad que servía para medir la leche que se entragaba en la venta. Inicialmente, eran de cinz y muy recientemente furon sustituídos por los de plástico.

PESALECHES FAMILIAR: instrumento que sirve para medir la densidad de líquidos como, en este caso, la leche. Etim. calco del francés pése-lait, voz atestiguada en esta lengua al menos desde 1804 como ´áreómetro que sirve para medir la densidad de la leche´. (Diccionario histórico de la lengua española).

VEEDOR: Encargado por oficio en las ciudades o villas, reconocer si son conformes a ley u ordenanzas obras o servicios; en este caso, el veedor comprobaba en la ciudad de León si la calidad de la leche que se llevaba a vender tenía la calidad suficiente o si, por el contrario, había sido adulterada.

INFORMARON:

Asocición de Mujeres «Santa Eulalia» de Azadinos.

Grupo de «Envejecimiento Activo» de Carbajal de la Legua.

DOCUMENTACIÓN:

LANGREO NAVARRO, ALICIA: Historia de la industria láctea española: una aplicación a Asturias 1830-1995. Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación.

Facebook de Miguel Bermejo Oblanca.

Revista «Un cuaderno para el recuerdo».Asociación Sociocultural «La Panzuela» 2008

WIKIPEDIA: https://es.wikipedia.org/wiki/Cubo_(recipiente)

La Octava del Corpus en Sariegos

Alfredo Álvarez Álvarez nos narra la celebración de la octava del Corpus en Sariegos:

«Esta es la Fiesta Mayor de Sariegos. Vamos a referir como se desarrollaba entre los años veinte a los cincuenta, que es la época en el siglo en la que podemos atribuirle quizá un mayor dinamismo y una mayor participación de los sarieguenses. A lo largo de este período había dos días de fiesta, el domingo y el lunes. El domingo empezaba con un pasacalles, a cargo de dos tamboriteros contratados por los mozos para la ocasión. Es necesario aclarar que los emolumentos que percibían dichos tamboriteros eran costeados por los propios mozos. Las mozas, a su vez, corrían con los gastos de confección de la Rosca. Así pues, los dos tamboriteros, con tambor y dulzaina, se encargaban, como ya se ha dicho, del pasacalles matutino, momento agradable que transcurría entre alegrías y cohetes, hasta uno de los momentos culminantes y más definitorios de la Fiesta, el de la Misa, en la que también participaban los citados tamboriteros.

Para la procesión, el mayordomo de la Iglesia o el Presidente, cuando el mayordomo desapareció, había cortado espadañas y tomillos con los que se había alfombrado el camino. También habían colocado ramas de chopo en las paredes del recorrido. Las mozas sacaban a hombros a la Virgen del Rosario o a la Inmaculada, mientras los mozos volteaban las campanas sin descanso.

Después de la Misa quedaba, como momento ritual, la comida. Esta consistía, allá por los años treinta, en un cocido seguido de algún guiso, para concluir con mazapán y pastas. Terminada la comida, el pueblo se dirigía al entonces inexistente barrio del Cuesto, donde los mozos corrían la Rosca. Esta era una actividad necesaria para identificar a la fiesta e incluso a alguna otra celebración como la boda, según se ha referido anteriormente. En Sariegos, se corría haciendo competiciones de dos mozos, cogiendo ambos un pequeño palo a la salida para evitar que hubiera salidas falsas. Al final, sólo un mozo podía alzarse con el premio, que solía ser media rosca, la otra media se reservaba en general para los niños.

Después de la Rosca comenzaba «el baile» en el que se bailaba preferentemente la Jota, que se prolongaba hasta el momento de la cena, una cena que podía consistir en carne con arroz, y posteriormente los más jóvenes volvían a bailar, esta vez en la Plaza del Barrio de Abajo, hasta entrada la madrugada.

Ya el lunes, era y sigue siendo importante la misa de difuntos. Se trata de incorporar a los difuntos a la propia fiesta. Por lo demás las cosas transcurrían poco más o menos como el domingo, con Rosca y Baile.»

A continuación podemos disfrutar de unas fotos de celebraciones más recientes donde la procesión se acompañaba con la presencia de los pendones de los pueblos de alrededor:

DOCUMENTACIÓN:

ALONSO PONGA, JOSÉ LUIS: Las fiestas del Corpus en Castilla y León: Cambio y evolución cultural en las scciedades rurales y urbanas. SALAMANCA, Revista de Estudios, 51, 2004, pp. 227-241.
ISSN: 0212-7105

ALVAREZ ALVAREZ , ALFREDO (1994): El pueblo de Sariegos; pasado y presente. Historia, ritos, arte y convivencia. LE- 730- 1994

Fotografías facilitadas por :

Alfredo Álvarez Álvarez

Enrique Aller Aller

Mar Ordóñez Álvarez

Roberto Aller Llanos