Panadería de Sariegos

La Panadería Tradicional de Sariegos cierra tras tres generaciones de dedicación en la localidad

El 29 de julio de 2023 cerró las puertas la panadería de Sariegos tras tres generaciones de panaderos, haciendo el pan que llegó a todas las casas de la localidad.

Aquilino y Ana en su panadería, en 2014.

El pueblo de Sariegos recordará por muchas generaciones más el pan de sus panadería de levadura de hurmiento y cocción de leña. La última generación, Ana y Aquilino, nos han peparado el pan que ha alimentado a todo el pueblo de Sariegos en los últimos años y hemos podido también distribuir de sus dulces en las ferias que en la localidad se han organizado.

Ana y Aquilino con su familia y una muestra de sus productos más dulces en la Feria Alimentaria Tradicional de Sariegos.
Ana y Auilino en el día del cierre de la panadería tradicional de Sariegos

Dejamos aquí el texto que en 2014 redactó Rocío Vargas Aller para la revista de la asociación Tierra Negra:

La historia de esta familia de panaderos surge en torno a 1927, cuando Jacinto y María se casan y construyen la panadería y la casa en la que vivían.

Hay que puntualizar que la panadería que ellos construyeron no es la que conocemos hoy. El lugar donde estaba antes el horno es donde actualmente guardan la leña.

En aquellos tiempos sus vidas giraban en torno a la elaboración del pan y al cuidado de sus cuatro hijos.

El horno antiguo se encendía con urces colocadas directamente sobre el lugar donde se colocaba luego el pan. Tanto Jacinto  como María madrugaban para hacer la masa, un trabajo duro, ya que se amasaba de forma manual, lo que requería mucho tiempo y esfuerzo. Luego había que dejar que la masa creciese para poder meterlo al horno. Tras horas de duro trabajo, el pan estaba listo; entonces María cogía su carro de caballos y se iba a repartir por Sariegos, Azadinos y Pobladura.

Con el paso de los años los hijos de Jacinto y María crecen, se casan y tienen hijos; todos menos Pepe, quien se encargara de la panadería a partir de 1959 aproximadamente.

Con Pepe se producen cambios significativos, ya que se construye un horno nuevo, que es el que hoy conocemos.

La puerta del horno moderno y Ana con la pala tradicional recogiendo las hogazas de su interior.
El nuevo horno que prepara Pepe, de la segunda generación de panaderos y Ana, de la tercera generación, hizo uso de él hasta el cierre de la panadería.

El horno tiene forma de cúpula, con 3 metros de diámetro y unos 80 centímetros de altura. Es un horno de leña, pero la leña ya no se coloca en el lugar donde va el pan, sino que la leña se coloca en un lado. Y gracias a un complejo sistema de tiros con puertas y palancas se regula el fuego para que el horno tenga la temperatura óptima para que el pan salga bien.

Las piezas del horno se traen de Barcelona y en la construcción participan Laurentino y Tori.

Se busca barro en las barreras y otros lugares del pueblo buscando el que sea más adecuado para que el horno mantenga el calor y dure más. Aquilio era un niño pero aún recuerda como pasaron esos días en los que se construyó el horno.

Pepe contó con la ayuda de sus padres, y más tarde con la ayuda de Aquilio, pero no fue el único, ya que Marigel, Berti, Mari Nieves o Gonzalo también trabajaron en ella.

Ha sido siempre una panadería familiar en la que todos ayudaban cuando hacía falta.

Además del horno, también se hace el armario para fermentar que lo hizo Manolo “el de Vina” como decimos aquí. Un gran adelanto fue la compra de la amasadora, ya que reducía considerablemente tiempo y el esfuerzo a la hora de hacer la masa. ¡Lo que hace la tecnología! debió de pensar Pepe.

Ana colocando las hogazas en el «armario para fermentar».

Aquilio desde siempre estuvo en la panadería, como sus hermanos, tíos y primos, pero será él quien termine por quedare con el negocio de sus abuelos. Primero estuvo ayudando a Pepe, luego trabajó en la carnicería de su hermano; también estuvo un tiempo cuidando ovejas, pero será en 1981 cuando coge el negocio de forma definitiva.

Nos confiesa que al principio no le gustaba mucho pero poco a poco fue haciéndose a ello y le gustó más. Hoy nos cuenta que está orgulloso de ser panadero porque dice que todo lo que sabe lo aprendió él solo, sin estudios, viendo a su tío trabajando y con la propia experiencia al trabajar a diario con el.

Nos dice que es un trabajo muy sacrificado. Aunque no lo considera un trabajo duro porque cuando él coge la panadería compra la maquinaria suficiente para preparar la masa y el pan sin demasiado esfuerzo. Eso si, como el horno es tradicional, requiere bastante trabajo el cortar y preparar la leña para encenderlo a diario.

Es un trabajo sacrificado porque para ellos no existen fiestas ni fines de semana. La vida de un panadero es constante y sólo descansan el día de Navidad y el de Reyes “y si hay que hacer pan ese día, pues se hace” nos dice Aquilio.

Ana y Aquilio se casan en 1987, y en 1989 Ana se incorpora a trabajar en la panadería. Desde entonces y hasta hoy son ellos dos los que se encargan en exclusiva de hacer y repartir el pan.

Hablamos de cómo cambian los tiempos y de cómo hay que adaptarse a ellos y nos cuentan como hasta hace unos años lo que la gente demandaba eran las hogazas y apenas se vendían barras. Actualmente las cosas han cambiado: la gente quiere barras y las hogazas han quedado relegadas a un segundo plano. Además, ahora la gente prefiere el pan poco hecho (sobre todo la gente que se ha venido a vivir a Sariegos en los últimos años, mientras que a los lugareños nos gusta el pan bien cocido). Por suerte, “para gustos hay colores” y ellos se encargan de hacer el pan a gusto de todos, por eso han incorporado las baguettes, los bollos pequeños y las tortas (¡Riquísimas!). Y es que para que funcione el negocio hay que ir con los tiempos y amoldarse a las nuevas demandas de los vecinos.

Lo que casi se ha perdido es la tradición de hacer el bizcocho para el día de la fiesta del pueblo. Tanto Jacinto como Pepe o Aquilio vieron como las mujeres del pueblo unos días antes de la fiesta echaban el día en el patio de la panadería batiendo huevos en un caldero para que el bizcocho quedara esponjoso. ¡Qué tiempos aquellos! Y ¡Qué bizcochos tan buenos!.

Pero aún hoy queda alguna vecina que se atreve a llevar el caldero y los huevos para batir el bizcocho para que Ana y Aquilio se lo horneen.

Aquilino en el patio de la panadería, donde antiguamente se reunían las mujeres para preparar la masa de los bizcochos el día de la fiesta del pueblo.

Cuando les pregunto cómo hacen el pan me dicen que lo mejor es verlo y por eso me doy el madrugón para ver de primera mano cómo es el proceso desde que la harina sale del saco hasta que el pan está en la furgoneta listo para ser repartido.

Los años de trabajo y convivencia juntos se hacen notar, y veo como están compenetrados a la hora de trabajar. Ahí están los dos mano a mano trabajando haciendo la masa, preparando el horno, encendiendo y horneando el pan.

Aquilino da forma con maestría a las porciones de masa que van a generar cada hogaza de pan.
Ana comprueba en la romana que cada bola de masa de el peso exacto en la hogaza que se pondrá a la venta.

Los días que hacen mucho pan, Aquilio nos cuenta como coloca las hogazas levantadas  y apoyadas sobre las paredes del horno…algo digno de ver; y de hecho, nos cuenta que en ocasiones ha venido un hombre de Benavente para ver como coloca con maestría las hogazas sobre las paredes.

Es un placer sentir el calorcito que desprende el horno y el aroma a pan recién hecho que lo envuelve todo.

Les pregunto a Ana y Aquilio qué es lo más antiguo que se conserva en la panadería y me dicen que es la masera, que está allí desde que se abrió la panadería en los años 20.

Masera donde se ha guardado el pan , siendo la pieza más antigua conservada en la panadería, con la balanza «romana».

Hablando de antaño, me cuentan que antes cuando alguien quería pan, llevaba a la panadería un saco de harina y el panadero hacia hogazas; parte de la harina se la quedaba el panadero como pago, así como una pequeña cantidad de dinero, de esta forma, el panadero de proveía de harina para elaborar el pan que luego vendía a los vecinos del pueblo.

Pero no era Jacinto el único que tenía horno, ya que vecinos como la Tía Magdalena (la madre de Gabriela), la Tía María (la madre de Baudilio y Eliseo), Laureana, Soledad, Isidoro o Cayetana también tenían, aunque de menor tamaño. Seguro que en alguna casa más se conserva algún horno.

Por lo que me cuentan, veo que la elaboración del pan no es tan fácil como parece, ya que hay que tener en cuenta factores como la temperatura, la humedad, etc., ya que la masa reacciona de forma distinta en un día caluroso que en un día de lluvia; y sólo con la pericia y los años de experiencia ellos hacen que podamos disfrutar de un pan bueno y sano.

Después de una mañana llena de trabajo y charla, sólo me resta decir que ha sido una experiencia muy gratificante ver como elaboran el pan y espero haber podido haceros participes también a vosotros de esta experiencia.

Les agradezco haber accedido a hacer esta entrevista porque he aprendido muchas cosas y he disfrutado durante unas horas de su compañía.

Aquilio y Ana: ¡Gracias por hacernos un pan tan rico!.

Rocío Vargas Aller, autora del artículo en la revista nº 4 «La Tierra Negra» de la Asociación que lleva el mismo nombre, en diciembre de 2014.
La panadería con la furgoneta de reparto el día de su cierre.

El río Bernesga, un lugar para disfrutar.

Hasta bien entrados los años 70-80 del anterior siglo, apenas unas familias leonesas podrían salir de vacaciones fuera de la provincia, pero no por ello dejaban de disfrutar de hermosos lugares, con agua fresca y refrescante, en los fines de semana o tardes estivales, cerca de sus hogares.

El río Bernesga, tan cercano a la ciudad, ofrecía estupendos parajes para los residentes locales y para los leoneses que en él encontraban lugares de baño o pesca de peces o cangrejos para disfrutar y proveerse de exquisitas viandas.

Tarde de verano a la orilla del Bernesga

LA PESCA EN CARBAJAL DE LA LEGUA

El río Bernesga fue, como la mayoría de los ríos leoneses, fuente de aprovisionamiento de pesca. Así, tenemos referencia de que en el siglo XVIII sus truchas, barbos, escallos, etc., eran llevados al mercado de la ciudad de León (ARRIBAS SORIA, Juan y DE VELASCO, Julián (1792): Encyclopedia metódica : geografia moderna).

Hoy, la pesca en sus aguas se contempla casi exclusivamente como actividad deportiva. A continuación Carlos Quiñones, vecino de Carbajal, nos relata cómo ve él la pesca en el río Bernesga en estos momentos:

Me han encomendado contaros una de las maravillas de las que podemos disfrutar en nuestro municipio y que para mí y para mi familia es una afición, un hobby, un motivo para reunirnos tres generaciones, disfrutar de la naturaleza y de bonitos momentos juntos:
La pesca.

El río Bernesga, truchero por excelencia, nace en el Puerto de Pajares en la zona de Villamanín y a su paso por Carbajal de la Legua nos encontramos con preciosos lugares para la práctica de la pesca de la trucha SIN MUERTE, eso quiere decir, devolviendo el pez vivo a su medio. Para la pesca sin muerte, por ley, los anzuelos no deben estar arponados, si lo estuvieran y el agente del medio ambiente, el guarda, comprobara los anzuelos podríamos recibir una sanción económica importante, al igual que si os sorprendiera con alguna pieza pescada en la cesta o sin la licencia de pesca pertinente. Por lo tanto, el tramo de río en Carbajal de puente a puente, es un tramo de pesca libre sin muerte.

Red para conservar los peces vivos.

La licencia se puede sacar a través del portal de la Junta de Castilla y León, para los niños menores de 14 años, es gratuita.

Explicadas estas sencillas normas que se han de cumplir para pescar en este río, contaros que existe una fauna piscícola envidiable, contamos con truchas, bogas, escallos, barbos y peces pequeños como bermejuelas. Hemos tenido la suerte de que el Lucio, especie invasora, no ha llegado a nuestro municipio ya que es un gran depredador y termina con los peces de pequeño y mediano tamaño; si se pescara alguno puede llevarse y es obligado no devolverlo al río.

Bogas, barbo y trucha del Bernesga


Para la pesca de la trucha, boga, barbo, existen distintas modalidades: la pesca a ninfa, la pesca a cucharilla, la pesca a mosca ahogada o a la leonesa, la pesca a mosca seca y la pesca a cebo natural. Cada una de estas modalidades lleva sus moscas artificiales, las cuales se pueden comprar en las distintas tiendas de pesca existentes en León o puedes hacerlas tú mismo, yo soy un poco torpe para las manualidades y las compro, deciros que hacer tus propias moscas o mosquitos es todo un arte y si dan resultado la satisfacción es total. La pesca a ninfa requiere de aguas movidas con corrientes y pozos, por ello, está modalidad está indicada en los meses primeros cuando se abre la veda, a mediados de Marzo y hasta Junio.

En los meses de Junio, Julio y hasta finales de Agosto que se cierra la veda, el Bernesga se convierte en un magnifico río para la pesca a la leonesa o mosca ahogada, también para la mosca seca donde nos puede deparar maravillosas sorpresas con capturas de gran tamaño.
La pesca a la leonesa consiste en poner de 3 a 5 mosquitos en una línea con una pequeña boya para que flote, estos mosquitos se realizan con la pluma de los famosos gallos leoneses de la Cándana siendo de diversos colores que se pondrán atendiendo a estación en la que la encontremos pescando colores oscuros en invierno y a medida que pasamos de estación los colores serán más claros.
Fantásticos son los llamados “serenos” momento del atardecer hasta la llegada de la noche, donde los peces de gran tamaño se mueven por el río en busca de comida, viéndoles cebarse en superficie (comer), ahí, la destreza del pescador al colocar la mosca donde el pez se está cebando dará momentos maravillosos donde si la trucha coge tu mosca tendrás asegurada una bonita lucha y seguramente una captura espectacular. En cuanto a la pesca con cebo natural, se pesca con lombriz y normalmente en zona de pozos. Antaño se pescaba con “gusarapa” hoy por hoy en nuestra zona es difícil de encontrar, se encuentra debajo de las piedras y es un excelente cebo que las truchas devoran.

La pesca del cangrejo
En nuestro río, también podemos disfrutar la pesca del cangrejo con los famosos “reteles” poniendo en ellos trozos de hígado, pollo… consiguiendo unas grandes “pescatas”, estos, si pueden llevarse para casa. Hay dos tipos de cangrejos el Señal y el Americano. Él Señal es fácil de distinguir pues en sus pinzas tiene un punto blanco y es el que más se asemeja a nuestro cangrejo de río común. El Americano, es de mayor tamaño con grandes pinzas pero a nivel gastronómico es peor que el señal. Para la pesca del cangrejo se precisa también de la licencia de pesca.

También contamos con la presencia de ranas pero hoy por hoy la pesca de la rana, está prohibida, es especie protegida.
Sí me gustaría desde estas líneas, animar al Ayuntamiento de Sariegos a crear una Escuela Deportiva de pesca donde enseñar a nuestros jóvenes el arte y disfrute de la misma.

Bueno, espero haya sido de vuestro agrado este pequeño resumen de la pesca en nuestro querido Municipio de Sariegos y ya sabéis , ahora solamente os hace falta unas botas de pesca, una caña, un carrete, unos cuantos mosquitos y moscas e importante LA
LICENCIA DE PESCA. Y no olvidéis PESCA SIN MUERTE ¡ Hasta otra !

CARLOS QUIÑONES

PASEOS POR EL BERNESGA: MOMENTOS DE RELAX Y MEDITACIÓN

Pero también el río Bernesga sirvió a la meditación y contemplación, pues su amplio y tranquilo cauce no precisa más oropel para servir al descanso, sirviendo de inspiración para poetas como podemos leer en estos versos del S. XIX:

Ventura García Escobar así lo canta en su libro de poemas redactados entre 1817 y 1859 , en los poemas dedicados a su amigo Pedro Alaix y Quiñones.

El río Bernesga nos llama a la paz a través de su contemplación.

DISFRUTANDO CON LA FAMILIA LAS TARDES DE VERANO

El río Bernesga, a su paso por el municipio de Sariegos, es un río cuidado y apreciado por los vecinos, manteniendo limpias las márgenes y donde se pueden localizar muchos puntos de sombra y tranquilidad para sobrellevar los días más calurosos del verano.

PASEOS EN BICICLETA POR LAS VEREDAS DEL RÍO

Paralelos al río Bernesga transcurren caminos para practicar paseos en bicicleta que, desde niños se pueden transitar sin grandes dificultades, conviviendo con las huertas comunales de Carbajal, los pescadores, o aquellos que disfrutan del río con sus mascotas.

PASEANDO CON LAS MASCOTAS

Junto al río, todos disfrutan, y podemos llevar mejor las sofocantes tardes del verano con nuestras mascotas.

EL RESPETO EN EL RÍO

El río ha sido fuente de recursos para todos nosotros, en toda la provincia de León y donde quiera que haya un lugar tan maravilloso como la ribera de un río, todos saben que disfrutar de él es una riqueza incomparable.

Por ello, se ha hecho necesario regular el acceso a este recurso, para que cada uno en este momento, y las generaciones futuras, puedan disfrutar de esta riqueza.

Tenemos normas de pesca, también de higiene en la naturaleza para no abandonar residuos contaminantes, tenemos normativa que regula las zonas de baño y acceso a los paseos.

Y, cuando nos encontramos con zonas «libres», el sentido común y la tradición nos recuerda que existe leyes no escritas, así sabemos que al llegar al río hay un «código de alejamiento» de la persona que llegó antes, para no interrumpir su actividad, pescadores con pescadores se alejan los metros suficientes para que cada uno tenga su espacio para la pesca, igualmente, si no pescamos, respetamos ese espacio del pescador con silencio y sin nvadir el río; si, por el contrario, nos estamos bañando o dsifrutamos de nuestras mascotas en el río, los pescadores no lanzarán sus cañas pues pueden causar daños sobre las personas o animales que están en el río. En nuestros pueblos existen «códigos» que permiten que la vida sea más fácil para todos.

Y, sobre todo, recordemos no ensuciar, ni con materiales ni con ruído, esta zona natural que no deja de ser un paraíso pegando a la ciudad.

FOTOGRAFÍAS

Antonio Rodríguez González

Carlos Quiñones López

M. Antonia Barrio Fernández

M. del Mar Ordóñez

COLABORACIONES:

Carlos Quiñones López

DOCUMENTACIÓN:

ARRIBAS SORIA, Juan y DE VELASCO, Julián (1792): Encyclopedia metódica : geografia moderna. Madrid : en la imprenta de Sancha. P. 558

BECERRO DE BENGOA, Ricardo (1884): De Palencia á Oviedo y Gijon, Langreo, Trubia y Caldas. Palencia : Alonso y Z. Menendez, Editores, 1884.

BUSTILLO NAVARRO, Angel: MANUSCRITO DE ASTORGA «Libro de adereçar y adobar plumas para pescar truchas». Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

GARCÍA ESCOBAR, VENTURA: Poesías de D. Ventura García Escovar. Madrid : P. Madoz y L. Sagasti, [18–]. pp 244-247

MIÑANO Y BEDOYA, SEBASTIÁN: Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal … (1826-1828) –