Recetas para recibir al frío en el municipio de Sariegos

Cuando llega el frío a la provincia de León y las temperaturas descienden hasta los -12º en algunas noches, los platos de ensaladas y comidas frías se abandonan, hasta un nuevo verano. Es necesario una buena ingesta calórica para afrontar el invierno.

En nuestras huertas, muchos frutos ya no madurarán y muchas verduras se congelarán. Es tiempo de tomar aquellas más duras, que aguantan heladas, como las berzas, y aprovechar las que se cosecharon en el otoño y se guardan atadas o esparcidas en despensas y desvanes, protegidas del frío, la humedad y los roedores.

Hasta no hace muchos años, no era fácil encontrar en el mercado productos de otras tierras, ni la economía doméstica permitía hacerse con productos que no fuesen de cosecha propia. La gastronomía familiar se basaba en una producción de subsistencia, y no muy abundante. Entre las carnes, el cerdo, conejos, gallinas y pollos, corderos… que se comían con prudencia, y se solían guardar para los días de fiesta. Los pescados llegaban secos, como el bacalao, plato fundamental en la gastronomía leonesa; o enlatados, como el chicharro de tino, que solía degustarse en los días de fiesta por invite de la organización; otra opción eran los pescados en los ríos, como barbos, escallos, truchas, etc. que solían tomarse en primavera y verano.

Cocina tradicional. Pobladura del Bernesga.

Quizá el plato más generalizado en toda la provincia, apreciado por su sencillez y todavía presente en muchos de nuestros hogares, es el conocido como «sopas de ajo», nombrado en textos de la Alta Edad Media, fue enriquecíendose con aportes como leche o huevos en según qué regiones. Ésta es la receta recogida en Carbajal de la Legua, y , a continuación, otras de los plátos básicos recogidas en las diferentes localidades del municipio:

Sopas de ajo

INGREDIENTES: Pan, que ha de ser de hogaza y si es de dos o tres días mejor. Agua, sal, ajo, generalmente uno por comensal. Pimentón al gusto: picante, dulce, o agridulce conocido como de «Aldeanueva»,..

MODO DE HACERLO:

Se pone agua con sal al fuego. Se miga el pan, que se parte en finas «lonchas» y se coloca en las cazuelas de barro de cada comensal. En un mortero se ponen los ajos, según la cantidad de sopas y el gusto de la familia, se machacan bien y se añade el pimentón, que también será al gusto de cada uno, generalmente picante. Se mezcla todo bien. Cuando el agua rompe a hervir, se separa y añade la «majada» y se deja un poco al fuego suave, sin que llegue a hervir: «ajo hervido, ajo perdido». Se añade este caldo a las sopas, echándolo por encima, y ¡a comer bien calentitas, y picantillas, para quitar el frío»

Antiguamente, se les podía añadir una nuez de manteca de cerdo o unto, que era la manteca un poco curada. Había que tomarlas bien calientes entonces.

Alubias pintas con berzas

León es un gran productor de legumbre; la sequedad de los veranos en las zonas de mayor extensión de tierras, como el Páramo o tierras de La Bañeza, y la conservación durante todo el invierno de este producto, hicieron que se produjesen en nuestra provincia grandes cantidades de garbanzos, lentejas y alubias, legumbres muy apreciadas hoy en día por su calidad. No obstante, toda la legumbre fue un producto relacionado con la pobreza y descartado durante los primeros años del crecimiento económico del país y eliminado de muchas dietas famililares. Hoy en día, conocemos su gran aporte nutritivo y se recupera en la mayoría de los hogares.

Otro ingrediente fundamental en esta receta son las berzas, éstas se mantienen en las huertas bien entrado el invierno, mejoran con las primeras heladas que las hace más suaves al paladar. Hoy tenemos mucha más producción de brasicáceas, pero hace años era difícil encontrar en las huertas variedades de este producto.

Berza en la huerta de invierno de Pobladura del Bernesga. F: cortesía Mar Ordóñez

INGREDIENTES: Alubias, preferiblemente pintas, que se ponen en agua la noche anterior; berzas de la clase de «asa de cántaro», ajo, pimentón y sal al gusto.

MODO DE HACERLO:

Se cuecen en dos cazuelas aparte las alubias y las berzas, con el punto de sal que cada uno prefiera. Cuando estén cocidas se mezclan las dos. En una sartén se prepara un refrito al estilo leonés: se sofríe el ajo al gusto y cuando esté se separa del fuego, se añade pimentón, se remueve unos segundos y se añade a la cazuela de alubias con berzas.

Patatas viudas

Es otro paldo humilde, cuyo nombre lo dice todo, no por ello menos sabrosas y apreciadas.

INGREDIENTES: Patatas, agua, manteca de cerdo, pimentón y, en algunas casas, una hoja de laurel.

MODO DE HACERLO:

Se mondaban y picaban las patatas igual que cuando se preparaban con carne. Se cocían con agua sola. Una vez cocidas, se echaba un «rustido» con unto. El unto o manteca de cerdo se preparaba en le época de la matanza, se calentaba, se quitaban los chicharrones y se guardaba en el cuarto de la matanza. Podía añadirse una hoja de laurel, según el gusto de la familia. Se añadía un poco de pimentón y ¡a la mesa!.

Estos platos había que tomarlos muy calientes, sino «el unto se pegaba al paladar y no se quitaba en todo el día». En las casas, apenas se disfrutaba del calor de la cocina de carbón, las tareas se hacían en cuartos no caldeados, y la cama se calentaba con calentadores de brasas antes de acostarse, o llevando un ladrillo caliente después. Los platos acompañados de manteca aportaban algo de energía al cuerpo y tomarlos muy calientes «resucitaban a los muertos».

Patatas revolconas

Cuando la vida fue prosperando un poco, se pudo utilizar en las cocinas de nuestras familias aceite en lugar de manteca de cerdo o unto. He aquí la receta de las patatas revolconas, un plato igualmente sencillo, pero muy sabroso y apetecido en los inviernos de León

INGREDIENTES: Aceite de oliva, cebolla, pimiento, laurel, sal y patatas.

MODO DE HACERLO:

Se ponía la cebolla y el pimiento a freir, con un poco de aceite (picaditos), se rehogaban bien las patatas, peladas y troceadas, se añadía un poco de pimentón, sal al gusto, se añadía agua y la hoja de laurel y se dejaban cocer.

Patatas con bacalao

Como hemos indicado arriba, el bacalao era uno de los pocos pescados que podía tomarse con cierta periodicidad, gracias a que llegaba seco y podía conservarse en las casas todo el invierno.

Este plato de patatas se solía preparar los sábados. Se utilizaban para ello las partes más pobres del bacalao, que eran las más finas de la cola, pues se guardaban las más preciadas para platos como los que se tomaban los viernes de cuaresma o en Viernes Santo. Estos trozos de la cola se ponían a desalar en agua normalmente la noche anterior.

INGREDIENTES: Patatas, bacalao desalado, ajos. En algunas familias le ponen cebolla o pimientos y laurel.

MODO DE HACERLO:

Se hace un sofrito con ajo, y la cebolla si se incluía; se añade agua y se ponen las patatas a cocer; se pueden añadir pimientos si se desea. Cuando están un poco hechas se añade al bacalo y una hoja de laurel.

Arroz con bacalao

En Carbajal indican que tanto las patatas como el arroz están mucho más ricas se se preparan en una cazuela de Pereruela. En la foto, la de la familia de M. Antonia Barrio.

INGREDIENTES: Bacalao desalado, aceite, un par de dientes de ajos o más, al gusto, arroz, perejil, pimentón y sal al gusto.

MODO DE HACERLO:

Se desala el bacalao la noche anterior.

En una cazuela se pone el aceite y cuento esté caliente se echan los ajos picados en rodajas hasta que estén doraditos.

Se añade el bacalao escurrido y se rehoga bien, y se añade el arroz para rehogar también.

Una vez todo bien rehogado, se añade el agua que precise (tradicionalmente » a ojo de buen cubero» y cuando el arroz esté cocido al gusto se añade una majada de ajo, pimentón y peregil y se rectifica de sal. Se hierve unos minutos y ¡a la mesa!

Embutidos y platos de la matanza

En todos los pueblos de la provincia, llegado el mes de noviembre, se comienzan con las matanzas de los cerdos para peparar los embutidos o salar piezas que resistan el año.

Las piezas como riñones e hígado, no pueden conservarse por lo que, una vez que el veterinario avisa de que el cerdo está libre de triquina, se suele preparar hígado encebollado y otros platos como solomillo a la plancha para la comida del segundo día de la matanza.

Cuando es época de matanza, todos los útiles se lavan y preparan y se dejan a mano para facilitar todo el proceso en los días de duro trabajo, bajo el frío; las familias matan varios gochos alternativamente, atendiendo los propios y ayudando a los familiares y vecinos con los suyos. La romana no puede faltar, útil todo el año, en estos días cobra vital importancia para no arruinar un proceso que resultará el salvavidas nutricional del año.

Romana. Carbajal de la Legua. F: cortesía de M. Antonia Barrio Fernández

He aquí algunas de las recetas de los que en el municipio de Sariegos se prepararan

Jijas

Al picadillo que se hace para embutir los chorizos, le conocemos con el nombre de jijas en León. Y se hace frito el día antes de embutir, y el mismo día, para probar de sal y pimentón, para tomar algo caliente y para descansar unos minutos y disfrutar con la familia durante el duro proceso de la matanza.

Jijas preparadas para la prueba durante una matanza en Azadinos.

Morcillas

INGREDIENTES: para 1kg de manteca, pimentón, 12 cebollas, sangre, sal, anises y cominos si se desea. En algunas casas se migaba pan en la sangre.

MODO DE HACERLO:

Se pica mucho la cebolla y se deja escurrir en una malla. Se cuece, se echa la manteca. Se añade pimentón, la sangre, los anises y cominos y la sal. Se embuten y se cuecen.

Las morcillas se cocían en las calderas de cobre, de las que se conservan algunas en el municipio.

Chorizos:

INGREDIENTES: Por cada kilogramo de carne bien picada con su tocino, 35 gr de pimentón y 13 gr de sal. Ajos y orégano al gusto. Algunas familias no les echan orégano.

Chorizos de callos, o longanizas.

Estos chorizos se consideraban de peor calidad que «los buenos» y se solían poner en el cocido. Se hacían igual que los otros, pero se les añadía los callos, que eran de vaca o ternera, y que debían estar «entrecallaos» por lo que se les cocía y al día siguiente, una vez fríos, se picaban bien y se mezclaban con la carne para embutir después.

Manzanas asadas

Las manzanas y las peras era la fruta de temporada que solía haber en cada casa. Las manzanas reinetas se comían asadas que, además de resultar exquisitas, servían para ayudar a entrar en calor.

Para ello se las quitaba el rabo y se añadía un poco de azúcar en ese hueco, y se ponían a asar en la lumbre.

Pastas de manteca de cerdo

Estas pastas se hacían, y siguen haciendo, en la mayoría de nuestras casas. De una a otra variaba un poco la receta en la cantidad de ingredientes, pero en líneas generales la receta es ésta:

Moldes para realizar las pastas de manteca de cerdo. F. Cortesía Montse García, Carbajal de la Legua

INGREDIENTES: 6 u 8 huevos (según el tamaño, y la familia), 1 kg de harina de panadería, medio kg de manteca de cerdo derretida, medio kg de azúcar.

INGREDIENTES, OTRO MODO: Medio kg de manteca, un sobre de levadura, un kg de harina, un vaso de vino blanco. Azúcar molida (glass) para espolvorear fuera del horno.

MODO DE HACERLO:

Se mezclan los 6 huevos con medio kilo de harina y medio kg de manteca de cerdo y medio kg de azúcar; una vez bien mezclado, se va añadiendo poco a poco aproximadamente el otro medio kg de harina, si dejar de remover hasta que quede una masa homogénea.

A continuación se extiende la masa con un rodillo sobre una superficie dura, debe quedar con un espesor de un cm aproximadamente. Después se colocan los moldes que se tengan para hacer formas de pastas.

Para decorarlas, se las unta con una yema de huevo batida y se echa por encima un poco de azúcar.

En algunas casas, se ponía una almendra en el centro de cada pasta, o se mezclaba el azúcar con canela.

Se precalienta el horno y se las mete, en pocos minutos están hechas.

Dulce de membrillo

INGREDIENTES: 1 kg de membrillos limpios, 1 kg de azúcar, 5 cucharadas soperas de zumo de limón.

MODO DE HACERLO:

Se lavan los membrillos debajo del agua fría, frotándolos para eliminar toda la pelusilla, y se secan.

Encima de una tabla de cocina y con un cuchillo grande y afilado se cortan por la mitad a lo ancho, y se trocea luego cada porción en cuatro trozos. Luego, se quita el corazón y las pepitas.También se quita cualquier parte fea que pueda tener el fruto por dentro.

Se pesan y la misma cantidad que quede de membrillo hay que añadirle de azúcar.

En una olla super rápida o en una cacerola, se vuelca primero el zumo de limón y encima la fruta y el azúcar. Se cuece hasta que se elimine el exceso de agua; si se hace en la cazuela, hay que hacerlo despacio y revolviendo mucho, teniendo cuidado de no quemarse. Luego, se bate con una batidora hasta obtener una masa suave y homogénea. La masa se vuelca en una caja de plástico, alisando su superficie con una espátula lisa y se deja enfriar para que cuaje.

Al día siguiente, estará completamente sólido. Se tapa el recipiente con su propia tapadera. Si se guarda tapado en la nevera, puede durar hasta un año.

FOTOGRAFÍAS FACILITADAS POR

M. Antonia Barrio Fernández

M. Mar Ordóñez Álvarez

María Gutiérrez González

Montse García

INFORMARON:

Asociación de Mujeres Santa Eulalia de Azadinos

Grupo de Envejecimiento Activo de Carbajal de la Legua

Familia Gutiérrez González de Azadinos.

DOCUMENTACIÓN

Asociacion Sociocultural La Panzuela: ¡¡Postres que triunfan en nuestras mesas!! Un Cuaderno para el recuerdo IX

Asociacion Sociocultural La Panzuela: ¡¡Recetas heredadas en Pobladura del Bernesga !! Un Cuaderno para el recuerdo IX

La cuelga de cumpleaños.

El blog sobre nuestro patrimonio, material e inmaterial, cumple un año y queremos dedicar la ocasión a presentar una entrada sobre una tradición muy leonesa para las celebraciones de aniversario.

Hoy, 28 de octubre 2021, le ponemos la cuelga a nuestro blog.

En León, y también en nuestro municipio, se celebra una tradición ancestral el día de los cumpleaños, colocando una «cuelga» alrededor del cuello de los niños o, en algunas familias, en el día del santo.

Este obsequio consiste en preparar un largo collar lleno de caramelos o golosinas de todo tipo. En un momento de descuido, se introduce la cuelga por la cabeza, desde la espalda, de modo que resulte una sorpresa, al tiempo que todos los familiares presentes, con gran algarabía, le felicitan el cumpleaños, le tiran de las orejas o le cantan el «cumpleaños feliz».

Preparando una cuelga al modo antiguo.

Antiguamente, los padres o padrinos preparaban esta cuelga con una cuerda de cáñamo, que era la que se encontraba en casa para todos los menesteres que se precisasen, como atar los embutidos, por ejemplo. Con esta cuerda se ataban los dulces a los que se tenía acceso en las familias, que fueron en un principio las roscas caseras, frutos de temporada como castañas o avellanas en otoño, y otros frutos que, en aquel momento, eran de escaso consumo, como naranjas o manzanas.

Esta cuelga fue transformándose a medida que el poder adquisitivo fue mayor y al entrar en el mercado productos más variados y de alegre colorido; así, fueron añadiéndose caramelos, que en León eran los famosos «ronchitos» o los típicos gajos de limón o naranja de «caramelos Santos»; chupachups, palotes, bolsitas de piñones, etc.

Cuelga al estilo más actual.

Pasaron unos años en que las costumbres locales decayeron y en muchas familias la tradición de la cuelga quedó atrás, tal vez por la gran cantidad de juguetes que aparecían en el mercado; sin embargo, esto fue un corto paréntesis pues muchas tradiciones resurgieron con fuerza y la cuelga irrumpió también en el mercado local y ya podemos encontrar en este momento grandes collaradas de dulces de todo tipo con lazos de colores y celofanes brillantes.

Una emotiva celebración en nuestro municipio.

El amor por lo nuestro y la alegría con que este acontecimiento se recibe ha ampliado incluso el uso de la cuelga hacia todos nuestros seres queridos y muy especialmente hacia los abuelos de modo que, ahora, es raro no «colgar» a los homenajeados de la familia sean padres, abuelos o cualquier ser querido.

En el día de ayer, nuestro vecino Manuel Martínez Llanos, cumplió 100 años, y muchas entidades de la localidad de Azadinos, como el colegio y la Junta Vecinal, quisieron felicitarle y estar presentes en su celebración. También el Ayuntamiento de Sariegos le acompañó y felicitó no sólo por su edad, también por la buena relación de vecindad que mantuvo en su pueblo; y, como no, le «colgo» con la tradicional cuelga leonesa, junto con la entrega de otros obsequios.

Una tradición antiquísima

Sobre las raíces de esta tradición no encontramos documentación alguna, se ha transmitido de padres a hijos y, tal vez por lo natural del acontecimiento, no se han realizado estudios al respecto. Sabemos que en muchas culturas el colocar collares, como los de flores, a una persona, es un gesto de buenos deseos, de bienvenida, o en este caso de la cuelga leonesa, se trata de desear un año feliz a la persona que lo inicia y transmitir el cariño y protección de sus seres queridos; pero no podemos saber dónde o cuándo comenzó esta tradición ni por qué especialmente en nuestra provincia o por qué quedan aquí restos de esta tradición si es que fue más general. Encontramos algún texto en Internet que cita que esta costumbre de la cuelga comenzó en las montañas de León, pero no aparece ningún documento que sostenga esta tesis, sin embargo, todos tenemos amigos distribuidos por toda la provincia leonesa y todos recuerdan haber puesto o recibido la cuelga en sus hogares.

Cuelga antigua en el Mueso etnográfico de Lorenzana, localidad del municipio vecino de Cuadros.

El Diccionario de la Real Academia si nombra el término de cuelga:

2. f. coloq. Regalo que se da a alguien en el día de su cumpleaños.

En unos versos de Quevedo podemos encontrar lo que puede ser una referencia a la cuelga leonesa:

Si yo me muero, me olvidan,
y si cumplo años, me cuelgan;
si vengo, dicen qué traigo,
si voy, que lleve encomiendas.

La cuelga a San Froilán

También es muy significativo poner la cuelga a San Froilán el día de la subida o Romería a la Virgen del Camino, momentos muy emotivos en donde se le hacen vivas al mismo, a la patrona del pueblo leonés y a León. Como hemos narrado en la entrada sobre San Froilán, es para los leoneses esta tradición muy profunda y ligada a las raíces y sentimientos de la tierra y se comenzó a ponerle la cuelga en el momento en que todas las tradiciones retornaban con fuerza.

DOCUMENTACIÓN

Blog Pequeñas historia de España.

Diaro de León; SUSANA VERGARA PEDREIRA; 5 DE OCTUBRE DE 2015: Rito y Tradición.

Raquel FUENTES (2019): Canciones y ritos de cumpleaños en Europa
Birthday songs and rites in Europe
.
(Universidad de Alcalá de Henares)
[email protected] ORCID ID: 0000-0002-0139-6567

Tirando del hilo.

El trabajo de la mujer para la provisión del vestuario a lo largo de la historia de nuestro municipio.

En las últimas entradas en este blog en el que tratamos de transmitir todo lo relacionado con el patrimonio material e inmaterial del municipio de Sariegos, hemos dedicado varias publicaciones a labores del campo. Hoy, 15 de octubre, día Internacional de la mujer rural, no vamos a insistir en aquellas tareas relacionadas con la agroganadería que la mujer rural realizaba, o realiza, en nuestros pueblos. Llega el invierno y las tareas en las casas rurales se realizan más en el interior; sin dejar de prestar atención al ganado que proveía de recursos a la familia, o a la ganadería cosechando los productos de la huerta de invierno o preparando el terreno para el cultivo del cereal, la mujer se dedicaba a tareas que, resultando obvias («sus labores») pasan desapercibidas pues nunca fueron consideradas en su total valía como aporte económico a la gestión familiar, ni mucho menos como un aporte real, que lo fue, a la economía del país. El poder adquisitivo y la provisión de recursos actuales nos hacen olvidar estos aportes sin una valoración real.

Estamos hablando de las tareas relacionadas con la costura, la confección de vestidos, las labores de tejer o ganchillar; todas ellas tareas que no se pueden aglutinar en un nombre concreto sin que vengan a nuestra mente conceptos más profesionalizados relacionados con la alta costura; si hablamos del término «corte y confección» seguro que no pensamos en la labor de aquellas mujeres que hacían prendas perfectas para sus hijos e hijas, sino que a nuestra mente llegarán imágenes de sectores profesionalizados de la moda.

Composición a partir de una fotografía de Sariegos de los años 60

Hasta tal punto resulta poco valorada esta labor de la mujer, fundamental hasta el siglo pasado para la subsistencia familiar, que nos ha resultado muy complejo acceder a sus cestas de labor, a sus acericos y rincones de trabajo, pues parece resultar casi tan absurdo como solicitarles una fotografía de un estropajo o de un rincón de limpieza. ¿Dónde está la gracia o qué es lo que hay que enseñar? La mayoría de las personas pueden recordar lo que es una hoz o una guadaña, y no resulta nada complejo acceder a estos aperos, pero, fotografiar unas agujas de tejer «aguja de media» o de ganchillo parece no tener valor en absoluto y, si bien es cierto que este material lo encontramos actualmente en una mercería sin problema alguno, no es menos cierto que podemos adquirir con la misma facilidad una azada o un escabín.

Mujeres de Sariegos tricotando en el umbral de la puerta.

El filandón

El Filandón de León fue elegido en 2009, por votación ciudadana, como Tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, según informó el Bureau Internacional de Capitales Culturales.

«Filandón», («fiandón», «filorio», «hilandorio», «hilandera») es una vieja palabra dialectal leonesa de etimología latina, derivada de ‘filum’, hilo, que designa las reuniones nocturnas en que las mujeres hilaban, mientras los asistentes se contaban cuentos, chistes e historias diversas, y se cantaban canciones tradicionales al son de los instrumentos de la zona correspondiente».

Los productos básicos de lana y lino

Las familias del muncipio de Sariegos, como la práctica totalidad de la provincia de León, tenían una economía de subsistencia hasta el siglo XX. La mayor parte de los tejidos que precisaba la familia se realizaban utilizando la lana o el lino como materia prima, bien para la confección de vestuario, para la confección de sábanas o para apoyar el trabajo del campo realizando quilmas de lino para el transporte de grano y harinas; eran tejidos en los propios domicilios o en telares comunales.

De la producción de lino encontramos referencia en el Diccionario Encoclopedico de Pascual Madoz cuando cita las localidades de Azadinos, Pobladura y Sariegos en los que se produce lino:

Igualmente, se cita en el diccionario en las entradas que se refieren, la cría de producto lanar, que en pequeña cantidad se mantiene hasta nuestros días, aunque la cría de ovejas ya no se utiliza para la producción de lana.

Rebaño de ovejas transitando por Sariegos en años recientes.

El «punto»

Se denomina hacer punto a la labor de tejer con «aguja de media» jerseys o calcetines. Como señalamaos en el apartado anterior, hasta principios del siglo 20 la lana se esquilaba en los pueblos, se hilaba y se tejía. Posteriormente, ya se adquirían en la ciudad de León, lanas de diversos colores. Normalmente, se tejían las chaquetas, jerseys y calcetines de los niños en la familia.

La ropa pasaba de hermanos mayores a los pequeños cuando los había; si se desgastaban o rompían las prendas o nadie las podía aprovechar ya, se deshacían, se ponían las madejas al vapor para quitar las marcas del tejido y se devanaban. Esta labor la recuerdan las hijas, o hijos pequeños, que debían pasar horas con las manos colocadas sujetando la madeja para que la madre «adovanase» el ovillo; luego, se volvía a tejer sólo o mezclado con otros colores si se precisaba hacer una prenda mayor.

El tejido de punto se ha conservado hasta la actualidad en la confección de ropa de bebé, tal vez por resultar prendas de menor tamaño o porque mantienen un valor dado su trabajo «preciosista». Este tipo de prendas está muy considerado en algún país de Europa y mujeres leonesas incluso exportan sus labores.

El ganchillo

El tejido de ganchillo se utilizaba sobre todo para la elaboración de prendas para el hogar: cogines y mantas o colchas. En la mayoría de los casos, el ganchillo servía para el aprovechamiento de las lanas que ya no podían ser utilizadas para los jerseys, tal vez por quedar en pequeñas cantidades, por lo que se mezclaban en un alegre revoltijo de color para la confección de estas prendas.

Alrededor de los años 70 u 80 se impuso la moda de tejer colchas de hilo de algodón para las camas y paños para las mesas camillas.

La confección del vestuario

La confección de la ropa, sobre todo la infantil, desde principios del siglo XX hasta bien entrados los años 80, era algo que se realizaba en el hogar.

Durante los años de postguerra, la moda estuvo marcada, como el resto de las cuestiones, por la ideología franquista, transmitida, fundamentalmente, por la Sección Femenina, organización encaminada a orientar a las mujeres hacia lo que se consideraba la esposa ideal.

«El prototipo de mujer era presentado por la jerarquía eclesiástica de la siguiente forma: debía ir convenientemente vestida, es decir, con mangas largas o al codo, sin escotes,con faldas holgadas, para no concentrar atenciones indebidas. La ropa no podía ser corta ni tampoco se debía transparentar».

Las revistas de moda de aquel momento eran «La moda y el hogar» o «Sus labores«. El primer ejemplar de «La moda y el hogar» aparece en 1939. Los modelos en España eran sobrios, con escotes sencillos, manga larga o media manga y faldas por debajo de la rodilla. No existían muchas tiendas de confección, quien podía permitírselo encargaba prendas a las modistas, una vez al año o para ocasiones especiales como bodas. Generalmente, las prendas que se adquirían en el comercio eran las masculinas: pantalones o trajes. Los años 40 fueron los más duros de este periodo.

En estas revistas de moda o de «labores del hogar» se encontraban fundamentalmente diseños de labores para el adorno de la vivienda: cortinas, manteles, paños para la mesa de la plancha, o para las tareas de la mujer como mandiles, paños de cocina y pañuelos para cubrirse la cabeza, o bien prendas para los bebés.

Mandil o delantal confeccionado en Azadinos

A partir de los años 80 el mercado de las prendas de vestir comienza a popularizarse, y la máquina de coser queda para las mujeres más aficionadas a estas tareas que realizan prendas para sí mismas o arreglos del vestuario familiar.

Los bolillos

El trabajo de bolillos consiste en una valiosa labor de fabricación de encaje que, por las invetigaciones realizadas, parece de procedencia española. Este trabajo es realizado por algunas mujeres, y , aunque no forma parte de los trabajos básicos de aprovisionamiento de vetuario, resulta una labor de un gran valor artístico y artesanal.

Trabajo de bolillos y los palillos precisos para su ejecución, facilitado por Seni Suárez, de Azadinos.

La costura como meditación activa

En el momento en el que el tiempo libre se diferencia del tiempo de trabajo, unido a la mayor oferta de productos en el mercado y al abaratamiento de costes, también la costura y las labores de punto dejan, en la mayoría de las familias, de formar parte de los aspectos productivos para tomar sentido en los momentos de ocio y relajación. Muchas mujeres continúan en sus hogares realizando estas labores para su entretenimiento y crecimiento personal y, gracias a los conocimientos adquiridos en la actualidad sobre el funcionamiento de nuestra mente, podemos considerar estas labores como un proceso de meditación activa durante su realización.

En el municipio de Sariegos, la asociación «La Tierra Negra» organiza un grupo de ganchillo que ha realizado un laborioso «nacimiento» que espone en el periodo navideño o adornos para los árboles; las mujeres se reúnen periódicamente (sufriendo un paréntesis en el periodo de covid 19, como todos los grupos sociales) y ponen en común sus conocimientos para la elaboración de cientos de figuritas que han de conformar el «belén» de Navidad.

Sin embargo, a pesar de la evidencia del beneficio que la costura otorga a la economía doméstica, a la del país y a la salud mental, aún no ha sido reconocido su valor por los economistas, ni encontramos, en los grupos, participación masculina alguna. Aprovechamos el día de hoy, Día Internacional de la Mujer Rural, para reivindicar este valor y sirva de reconocimiento a las mujeres de nuestro pueblos que con «sus labores» aportaron a las familias una calidad de vida digna y suficiente en los momentos más duros que el país atravesó.

FOTOGRAFÍAS FACILITADAS POR

Asociación la Tierra Negra: Archivo documental

Asociación de Mujeres santa Eulalia:Archivo documental

M. del Mar Ordóñez

Moñi de Castro

Seni Suárez

DOCUMENTACIÓN

EL GÉNERO DE LA ECONOMÍA O LA ECONOMÍA DE GÉNERO
Actas del VIII Congreso Estatal Isonomía sobre igualdad entre mujeres y hombres.

Organización Panamericana de la Salud: La economía invisible y las desigualdades de género. La importancia de medir y valorar el trabajo no remunerado. Washington, D.C.: OPS, © 2008 ISBN 978-92-75-33224-5

San Froilán.

¡CARRO A LA VIRGEN!

San Froilán es fiesta de la ciudad de León, y de todo su alfoz; celebrada con mucha tradición en todas las localidades del municipio de Sariegos que siempre ha participado en la romería con el adorno de sus carros, «carros engalanados» y sus pendones.

Se celebra la Tradicional Romería de San Froilán a La Virgen del Camino, romería de las tradiciones, declarada de interés turístico provincial y regional, es la más importante de la provincia de León, congregando en un solo día a más de 60.000 ‘romeros’ y no menos de 50 carros engalanados tirados por parejas de vacas, burros, caballos y bueyes, cuyos adornos representan diferentes escenas del campo, de los hogares rurales o de la labranza.

El historiador Juan Pastrana en 1521 documenta por primera vez, la romería a la Virgen del Camino que se celebraba e 16 de agosto.

El periodista e historiador Modesto Lafuente, a mediados del siglo XIX, ya documenta la concurrencia de carros engalanados a esta romería, así como su carácter singular:

“Son los típicos ¡Carro a la Virgen!, exclusivos de León. Los toldos los constituyen infaliblemente las colchas de las camas, lo cual hace una visualidad semichinesca y tan taraceada de remiendos de diversos colores que nada me parece tan comparable como al mosaico del mundo”.

En la presentación, carros y pendones, familias y fiesta en San Froilán, romeros a la Viergen del Camino, de Azadinos, Carbajal de la Legua, Pobladura del Bernesga y Sariegos, en años anteriores:

«Perdones» de la Virgen

Los romeros que asisten a la Virgen del Camino tienen la obligación de bajar «los perdones» a las personas que no pudieron asistir. Se trata de una antigua costumbre de regalar avellanas que ya es citada por la «Pícara Justina».

Mercado tradicional

Durante la celebración de San Froilán en la Virgen del Camino se realizaba un mercado tradicional en el que las familias podían proveerse de aperos de labranza y alimentos suficientes para pasar el invierno. Hoy en día estos puestos han ido desapareciendo, pero se mantienen aquellos que ofrecen frutos secos y frutas de otoño de la provincia, los tradicionales «perdones» y recuerdos del día.

Misa de San Froilán

En 2021, la celebracicón se ha llevado a cabo con medidas de distanciamiento en la Basílica de la Virgen del Camino, presidida por primera vez por el obispo Luis Ángel de las Heras.

Comida en campiña

Los romeros a la Virgen del Camino celebran una comida en los campos, jardines , en comunidad y compartiendo viandas. Es un día de hermanamiento, de tradición y convivencia entre los pueblos del viejo reino mantenido durante siglos de historia.

ENGALANAR EL CARRO

En los pueblos del alfoz de la ciudad de León, podemos asegurar que la fiesta comienza cuando se decide «engalanar el carro». Cuando los días del verano han pasado ya y el frío comienza a llegar a la provincia, la fiesta de los carros y pendones trae de nuevo a los hogares momentos de fiesta, reunión familiar y tradición que une con lazos estrechos a todos los miembros de las familias, de abuelos a nietos, buscando en los baúles los trajes regionales y por los rincones aquellos objetos más ligados a la tradición, dependiendo del enfoque que ese año se le dé al carro, pues nunca se adornan del mismo modo.

CARROS EN LEÓN

En 1991 el carro de Carbajal de la Legua, en su categoría de «burros» fue premiado por su presentación:

DESFILE DE PENDONES

Los pendones son la representación de cada pueblo. Desde la Edad Media, cada localidad de León es representada por unos colores en estas enormes banderas de colores en tela de Damasco. Los pendones acuden en romería a la Virgen del Camino el día de San Froilán y el domingo anterior a la ciudad de León y allí acúden también los de Azadinos, Carbajal de la Legua, Pobladura del Bernesga y Sariegos; son lucidos y «bailados» con orgullo por sus porteadores que han de vigilar que no caigan y desfilar dotando de gran colorido y ambiente al desfile de romeros.

LOS NIÑOS EN LA FIESTA

Es difícil imaginar la alegría con que se vive la fiesta de San Froilán en la provincia de León, fiesta que une muchos aspectos como el colorido, la música, la tradición y fundamentalmente la relación con el campo, la agricultura y la ganadería y su dura explotación; la gastronomía, pues no han de faltar morcillas y «jijas», «perdones» de la Virgen y, más recientemente, las rosquillas del santo.

Es una fiesta en la que padres y abuelos transmiten la tradición a los niños, procurándoles así fuertes raíces y apego familiar lo que les protejerá a lo largo de su vida. Es por ello, que a los niños se les viste con orgullo con los trajes de cada región, igual que los lucen los padres, tíos, abuelos,… toda la familia que participa en la fiesta.

LAS CANTADERAS

La fiesta en la ciudad cuenta con la tradición de «Las cantaderas». El domingo anterior al 5 de octubre celebra este acto declarado de Interés Turístico Regional, que hunde sus raíces en la ofrenda que las tropas del rey leonés Ramiro I hicieron a la Virgen de Regla para agradecer su victoria frente a los soldados de Abderramán II en la batalla de Clavijo (siglo IX).

«LOS CARROS» SUSPENDIDOS POR «CÓVID»

Pasarán a la historia ya, como un acontecimiento anecdótico, los dos únicos años en que carros, pendones y cantaderas fueron suspendidos por la pandemia del covid; si bien, es difícil para los leoneses empezar el invierno sin el colorido de la fiesta de San Froilán por lo que en este año de 2021, carros y pendones fueron expuestos en la ciudad de León, sin su recorrido habitual, para poder disfrutar de ellos sin grandes aglomeraciones de público.

¡Feliz San Froilán y que lo celebremos con salud!

VIDA DE SAN FROILÁN: EREMITA Y OBISPO DE LEÓN

Conocemos algo de la vida de San Froilan a través de una corta biografía del año 920 de la que se ignora el autor. El P. Domingo Ibarreta, monje de Silos y académico de número de aquella, en 1770 encontró una vida inédita de San Froilán, que publicó España Sagrada en su tomo XXXIV.

Froilán nace en Lugo hacia el año 833. Es hijo de los condes de Lugo y lleva vida de estudiante hasta que aproximadamente a los 18 años, se prepara para el sacerdocio.

Su vida espiritual entra en crisis y se hace ermitaño retirándose según parece a una gruta en Vega de Valcarce, El Bierzo. Mientras tanto, estallan las revueltas mozárabes en la España musulmana. 

A lo largo de los años, su vida se ve marcada por diferentes acontecimientos que irán forjando poco a poco su destino, tal vez uno de los más importantes conocer al sacerdote mozárabe de Tarazona, Atilano, con el cual emprenderá una vida monacal y de reforma de la vida eremítica, con ánimo de atender únicamente a su perfección y a la unión conDios. Se retiran a lo más quebrado de las montañas leonesas, el monte Cucurrino (hoy conocido como monte Curueño).

Pero los pueblos en masa le seguían a su celda solitaria. Con las muchedumbres iban magnates y obispos que anhelaban oír su palabra. Entre sus oyentes se despertaron numerosos seguidores cautivados por sus ejemplos. Ante los ruegos insistentes se ve forzado a bajar a la ciudad de Viseu. Allí erige su primer monasterio, que llenará pronto con 300 monjes. Es el comienzo de una nueva etapa: fundador de cenobios.

Su fama salta los montes de León y llega a oídos de Alfonso III en Oviedo, la capital. El rey le envía mensajeros ordenándole venir a su corte.

Se fija en él para la gigantesca obra de repoblación que había comenzado su padre, Ordoño I. Las fronteras del reino leonés llegaban por el sur hasta la línea del Duero. había que ir empujando la frontera más abajo. Para eso, en la zona norte del Duero era necesario levantar los poblados destruidos y poner en explotación las tierras abandonadas. Ninguna fuerza más cohesiva para dar vida a estas preocupaciones regias que la acción colonizadora de los monasterios.

El rey concedió al monje amplias facultades para visitar todos sus dominios y levantar cenobios a cuyo amparo se acogiesen los nuevos poblados. Estas agrupaciones humanas, así formadas, constituían una unidad política cuyo jefe era el abad, y sus agentes y maestros los monjes, que enseñaban las artes de la paz e infundían el espíritu de cruzada en la guerra de reconquista.

El pueblo lo reclama como obispo para la sede de León. Muy a pesar suyo, fue consagrado como tal cuando contaba 68 años de edad. Los ceremoniales fueron presenciados por el rey y toda la corte del momento, lo que da una idea de la importancia de la figura de San Froilán en la época.

Imagen de San Froilán en la nueva iglesia de la Virgen del Camino. En algún momento se hizo tradicional «tirarle de las narices al santo» tradición que ha sufrido un paréntesis en los años de la pandemia.

Muere a la edad de 73 años, el 5 de octubre.en el siglo XII, es canonizado por el Papa Urbano II

El pueblo inmediatamente lo venera como santo y su fama se extiende por toda la Iglesia.

Es patrono de las diócesis de León y Lugo . Sus restos se conservan en un arca del altar mayor de la catedral de León.

FOTOGRAFÍAS FACILITADAS POR:

Asociación la Panzuela, de Pobaldura del Bernesga, fondo documental.

Domingo García García

Javier Gutiérrez

Maria Gutiérrez

M. Antonia Barrio Fernández

M. Mar Ordóñez Álvarez

INFORMARON

Asociación de Mujeres Santa Eulalia, de Azadinos.

Asociación La Panzuela de Pobladura del Berenesga.

Grupo de Envejecimiento Activo, de Carbajal de la Legua

Grupo «Patrimonio de Carbajal»

DOCUMENTACIÓN:

Ceranda: CONCENTRACION de carros engalanados en la plaza del Grano de León: ofrenda anual de los hombres del campo leonés a San Froilán

DE PRADO REYERO, JULIO (!994): Siguiendo las huellas de San Froilán. Ed. San Esteban.Salamanca. ISBN 84-87577-70-8

Diputación de León: Romería de San Froilán de La Virgen del Camino.

Doble V Televisión: Romería de San Froilán de La Virgen del Camino – La Romería de las Tradiciones Leonesas.

ILeón: «¡Carro a la Virgen!»: Historia de las romerías leonesas en el santuario del Camino

Wikipedia: Froilán de León.

Labores de verano en el campo. Sariegos agrícola (II): Cosecha del cereal.

La siega

En la zona de Sariegos, no hace muchos años pues los mayores recuerdan este trabajo en el campo, se sembraban varios cereales, para el consumo doméstico del pan, alimentar a los animales, confeccionar colchones, o para la venta de grano.

Se cultivaba especialmente trigo y centeno, pero también había sembrados de avena y cebada.

El trabajo de la recolección del cereal se realizaba de forma manual en variados y sucesivos procesos, segando la espiga con hoz, con guadaña o, posteriormente, con la maquinaria que fue llegando.

El trabajo con hoz permitía una cosecha del grano más cuidadosa que con la guadaña; la avena, por ejemplo, se cosechaba siempre con hoz pues la guadaña perdía mucho grano; como veremos más adelante, la planta cortada se llevaba a la era para separar la paja del grano y se trataba de no perder producto en el prado de orIgen. No obstante, después de haber sido cortada la mies, mujeres y niños solían dedicarse a recorrer el campo segado para recoger las posibles espigas que hubiesen caído, a esta tarea le llamaban ir a respigar; en aquellos momentos, las familias no podían permitirse la pérdida de un grano de cereal.

Hoz

La siega comenzaba a partir de julio y podía durar hasta bien entrado el mes de agosto, dependiendo del año. Primero se segaban las cebadas; después, trigos y centenos, y lo último las avenas. La jornada comenzaba muy pronto, al amanecer, el calor podía provocar la pérdida de grano en el prado.

La hoz la llevaban los hombres a la espalda, colgada del cinturón; la llevaban bien afilada, pues «las herramientas son mucho más peligrosas si cortan mal»; el momento más peligroso era al efectuar el corte, no obstante, los hombres eran precavidos pues se conocía el daño que encerraba un mal uso.

La hilera de cereal que cae tras el paso de la guadaña, la hoz o la máquina, se denomina marallo.

La siega se realizaba a pleno sol durante muchas horas y, además de cubrirse para no enfermar, las mujeres se protegían para no ponerse morenas, se ataban sobre la cara el pañuelo y sobre éste se colocaban sombreros de paja de ala ancha.

El cereal cortado en la tierra se amontonaba en pequeños montículos denominados morenas; después, se llevaba a la era, y allí se hacían montones más grandes, que eran las fejinas.

HERMINIO blanco, CARBAJAL DE LA LEGUA

El acarreo

Los carros se preparaban con las pernillas, unas piezas supletorias que se ponían a los lados para poder llevar más cantidad en cada viaje.

Después de segada la mies o el cereal, se ataba en manojos. Al día siguiente, o cuando cuadrara, se iba a acarrear, con los carros preparados con las pernillas para así poder llevar más cantidad en cada viaje. Se llevaba a la era y allí se amontonaba en fejinas. Cuando había varias fejinas, aunque no se tuviera todo el cerreal allí se preparaba la trilla.

Elena Fernández García. Carbajal de la Legua
Momentos de cargar el carro en el prado de procedencia, tras la siega y descarga posteriormente en la era. Ambos trabajos se hacían al amanecer o al oscurecer para que el calor no abriese el grano. El carro se ve preprado con las pernillas para aumentar su capacidad. Fotografías facilitadas por Mar Ordóñez y Alfredo Álvarez respectivamente.

Tras la trilla en la era se acarreaba también la paja sobrante del grano para ser aprovechada en el invierno en múltiples aspectos.

Momento de cargar la paja en el carro.

Majar el trigo

Antiguamente los cereales y algunas leguminosas se majaban, o golpeaban, para separar el grano del trigo. Esto se hacía con unos aperos denominados mayales. De la antigüedad de esta técnica nos habla el calendario agrícola del Panteón de los Reyes de la Real colegiata de San Isidoro, donde observamos claramente una imagen majando. Era una tarea dura que realizaban varios hombres a la vez, golpeando al ritmo, durante dos o tres horas seguidas.

La trilla

La palabra «trigo» proviene del vocablo latino triticum, que significa «quebrado», «triturado» o «trillado», haciendo referencia a la actividad que se debe realizar para separar el grano de trigo de la cascarilla que lo recubre. Triticum significa, por lo tanto, «el grano que es necesario trillar para poder ser consumido» (wikipedia).

El trigo cortado se ataba en manojos y, al día siguiente si se podía, se acarreaba en el carro y transportaba hasta las eras, lugar comunal dónde se realizaba la trilla. Normalmente, estos espacios se situaban a las afueras de cada pueblo.

Las eras se preparaban a principio del verano, uniformando la superficie y se barrían con las escobas de varas para que quedasen bien uniformes y sin restos de hierbas que estropeasen la recolección del grano.

El trigo en la era se amontonaba en fejinas, y cuando había varias, que se consideraban suficientes, se comenzaba con la trilla.

El cereal se extendía sobre el suelo ayudándose de horcas, colocándolo en círculos concéntricos, con la espiga hacía el centro y se cortaban los ataos, que se habían hecho con el mismo cereal; a esta extensión de trigo preparada para trillar se le denominaba la parva. Se esparcían y colocaban para que no hubiese montones y quedase todo uniforme y se colocaban los trillos, que podían ser tirados por parejas de bueyes, vacas o incluso caballos.

El trillo tenía una forma rectangular, un poco elevada al extremo asemejando un trineo, estaba formado por un conjunto de tablas en cuya parte inferior se colocaban muchas piezas de pedernal, al modo de dientes. Sobre el trillo se colocaban mujeres o niños para hacer sobrepeso y que no se levantase o volcase. Estas personas se encargaban también de «sostener la pala» , es decir, recoger los excrementos que la pareja de animales podía echar ocasionalmente estropeando gran parte de la recolección, imprescindible para la manutención de la familia, por lo que se consideraba muy importante prestar atención sobre el trillo.

El trillo pasaba repetidamente sobre el cereal, troceando las mieses.

Cuando se veía por arriba medio triturada la mies, se daba vuelta al cereal, para que quedasen arriba las espigas; esto se hacía con la horca o con palas de madera y se hacía sucesivamente hasta estar toda bien triturada.

Dándole la vuelta a la trilla. Fotografía del libro «mirar Sariegos» coordinado por Alfredo Álvarez Álvarez

Después de trillada la mies se «cambiciaba«, amontonando todo y haciendo la parva, un montón de paja triturada y grano que se dejaba para limpiar al día siguiente, bien aventando de forma manual o ya con las máquinas de limpiar. La parva se aplanaba bien y se terminaba barriendo la era para echar más mies y seguir con la trilla.

En la era, a la derecha fejinas de cereal, a la izquierda el grano ya separado de la paja. Familia de Canuto Aller; fotografía del libro coordinado por Alfredo Álvarez Álvarez «Mirar Sariegos».

Barrer la era, aventar y cribar.

Una vez trillado el cereal, se barría la era para amontonarlo y no perder nada de grano.

Luego, ayudados del viento, se lanzaba al aire pequeña cantidades con una pala de madera, o con el bieldo de modo que el cereal caía por pesar más y el viento alejaba la paja, menos pesada; para esto era preciso que el día no estuviese «revuelto» y contar con aventadores expertos. Este proceso se conocía con el nombre de aventar.

Finalmente, se cribaba en la misma era para que el grano quedase totalmente limpio.

Solidaridad en la era

La recogida del cereal era esencial para el pan del año de la familia, la alimentación del ganado del que se obtendría leche y carne, y la venta del producto sobrante y obtener algo de dinero para otros gastos esenciales, por ello era de vital importancia pestar atención al tiempo atmosférico para hacer cada tarea en el momento adecuado: evitar que la lluvia estropease la mies o aprovechar el viento para aventar; por ello era imprescindible contar con la buena organización del pueblo para el uso de la era y la solidaridad de todos los vecinos, que inmediatamente acudían a ayudar a aquel que tenía la mies sobre la era si barruntaba lluvia o el mal tiempo se echaba encima limitando para todos el tiempo de cosecha.

Esta solidaridad se recuerda con cierta nostalgia, «eran tiempos de unión»; fueron momentos muy duros donde sólo se podía salir adelante con la colaboración del pueblo y el mantenimiento de «lo común».

Las eras todavía forman parte de nuestro paisaje en los pueblos del municipio:

Eras de Azadinos y Pobladura. Agosto 2021. F: Mar Ordóñez.

El descanso a media mañana: tomar las diez.

La molienda.

El trigo generalmente es molido en harina para su utilización. ​Un gran porcentaje de la producción total de trigo es utilizada para el consumo humano en la elaboración de pan, galletas, tortas y pastas, otro tanto es destinado a la alimentación animal. Era normal que todas las casas tuviesen su horno que arrojar para la realización del pan.

De la importancia de la producción de harinas en el municipio queda la evidencia de los molinos harineros en las cuatro localidades, tema sobre el que ya dedicamos un capítulo.

La venta o intercambio del cereal.

Para vender proporciones de cereal o llevarlo a la molienda, era necesario saber, como hoy, qué cantidades se intercambiaban. No se utilizaban tanto las medidas de peso como las de capacidad, para ello, se usaban recipientes como el celemín, la hemina, la fanega,… Estos recipientes, en forma de cajón de madera, no tenían un tamaño exacto en todos los pueblos, pero, generalmente se sabía que 4 cuartillos eran un celemín, que 4 celemines hacían una hemina, que 3 heminas eran una fanega y que 2 fanegas eran un costal; o no, porque esto era lo más habitual, pero tampoco era una fórmula exacta. Para medir la cantidad exacta se llenaba la hemina de cereal, trigo fundamentalmente, y se pasaba una tabla recta por encima para rasar.

Hemina. Cortesía Montse García

Una vez molido el cereal, se podía llevar la harina al panadero o se realizaba en casa el pan diario.

Ésta es aproximadamente la cantidad de trigo que se puede cosechar en una hemina superficial tanto de regadío como de secano.

La paja, al pajar.

Trillado el cereal y guardado el grano, la paja también había de aprovecharse y para ello se recogía en el pajar. El trabajo de retirarla no era más agradable que el de la trilla. Desde lo alto del carro, en el que se había trasladado, se arrojaba al pajar por el buraco para ello abierto, con la ayuda de una horca; en el interior se pisaba para aprovechar bien el espacio, tarea bien desagradable que ni aún dormir permitía descansar bien pues las pequeñas fibras quedaban sobre la piel.

La mecanización.

Llegaron las máquinas para cosechar y para limpiar la paja, primero con tracción manual, girando una rueda; posteriormente, se ponían en marcha accionadas por la polea de un tractor.

Limpiando cereal en la era de Azadinos.
Máquina de Limpiar-F: cortesía de Montse García

EL RECUERDO DE AQUELLOS TIEMPOS EN NUESTRAS CASAS

Voces leonesas sobre el cultivo del cereal, al modo de hablar de Sariegos:

ACARREAR: llevar los cereales en el carro hasta la era para trillarlos allí.

AVENTAR: Tirar al aire la paja y el trigo recién segados para que el grano cayese hacia un lado y la paja, menos pesada, a otro. Se realizaba con palas de madera o bieldos y había que tener mucha pericia para separar adecuadamente el grano de la paja.

BÁLAGO: caña del cereal entera, antes de trillar.

BIENDA: Apero de madera que se usaba para volver la trilla cuando la paja estaba molida ya; después, para echar la grana y la paja en la máquina de limpiar y, finalmente, se utilizaba también para cargar la paja en los carros y llevarla al pajar.

Consistía en un mango de madera con una parte dentada al final, realizada en tablillas, un poco inclinadas sobre el mango y una tablilla horizontal que formaba, con los dientes de los extremos una especie de rejilla

BIENDO: Instrumento parecido a la bienda, algo más pequeño y sin los palos travesaños que lo amplían. Igualmente, se usaba para aventar y separar el grano de la paja.

BURACÓN: Ventano del pajar, Agujero grande. (Alvarez Alvarez, Alfredo)

CAMBICIO: Herramienta de madera que se enganchaba al yugo de las vacas con unas cadenas y servía para amontonar la paja en la era una vez bien molida.despues de trillar . Consistía en una o más tablas que se colocaban perpendiculares al suelo en la era y se tiraba por la pareja de vacas o bueyes para amontonar la mies; se ataba al yugo de la pareja con unas cadenas; sobre la tabla se sentaban algunas personas para hacer peso y que no levantase del suelo. Esta herramienta se hacía en la localidad por carpinteros o por personas mañosas.

CAMBÓN: Cada uno de los pedazos de madera, curvos, que unidos forman la rueda del carro, cubiertos luego por la llanta de hierro. / 2. Palo curvado que une el trillo al yugo.

CAMBONETACAMBICIO: Palo que une el trillo al yugo

CARGADOR: Apreo de madea que recuerda a la bienda y al biendo que se utilizaba para coger las gavillas y echarlas al carro para llevarlas a la era.

CASTRÓN: Trozo de mies que queda por segar, por no estar madura.

CERANDA O CRIBA.

CUARTADERO: Palo que une el trillo al yugo.

CUELMO: Haz de paja larga, generalmente de centeno, desprovista de grano. Estos haces de paja se guardan en casa y se utilizan con distintos fines: chamuscar el cerdo en
la matanza o prender la lumbre para que cogiera fuerza el encendido de leña. Otros usos en el municipio se pierdieron o no existieron. ( A. Álvarez Álvarez, en Sariegos (1994, p. 288).

La paja majada, no trillada, se ataba en «cuelmos» y se usaban, antaño, para rellenar o hacer los «jergones». Esto eran unos colchones de paja que se ponían debajo del colchón de lana, y, el resto, para la matanza, para chamscar los cerdos para pelarlos y quitarles las cerdas (pelo).

Esta paja era de centeno que, aparte de eso se usaba par «mullir» en las cuadras. La paja de trigo, avena y cebada se usaba para dar de comer, mezclada con harina o pienso.

ELENA FERNÁNDEZ GARCÍA, CARBAJAL DE LA LEGUA

Algunas familias menos pudientes dormían directamente sobre el jergón de paja, también de hojas de maiz.

Montse García. Carbajal de la legua

ERAS: Lo define la Real Academia como espacio de tierra limpia donde se trillan las mieses.

ESCOBA DE VARAS: Apero que se usaba en la era para barrer después de la trilla.

Se usaba también en el exterior de las casas para barrer la suciedad de los animales.

Se hacían con varas de escoba (piorno), planta que formaba las sebes.

FEJINA: Montón de mies que se coloca en las eras haciendo una especie de montaña, con la espiga hacia adentro, para evitar que se mojase en caso de lluvia o que desgranase por recibir demasiado sol. La RAE define «fajina» como «Conjunto de haces de mies que se pone en las eras». En Carbajal de la Legua dicen «fejina» al igual que en otros pueblos de León como en Campo de la Lomba, en la montaña de Omaña, de donde tomamos esta fotografía donde se aprecia muy bien la colocación de la mies, de verpueblos.com

HEMINA

Imágenes de hemina y sus medidas facilitadas por RAFAEL CEBALLOS

La Real Academia de la Lengua tiene tres definiciones para hemina, las tres haciendo referencia a usos de la provincia de León:

2. f. En la provincia de León, medida de capacidad para frutos, equivalente a algo más de 18 l.

3. f.En la provincia de León, medida agraria para la tierra de secano, que tiene 110 pies de lado y equivale a 939 centiáreas y 410 m2

4. f. En la provincia de León, medida para las tierras de regadío, que tiene 90 pies de lado y 628,88 m2.

Con relación al tema que nos ocupa, la hemina es una medida de capacidad y, generalmente, no se usaba para cualquier fruto sino para cereales o, tal vez, leguminosas.

La hemina de la  que Rafael Ceballos nos ofrece las medidas, tendría una capacidad aproximada de 25 litros.

La relación entre el concepto de medida de capacidad y superficie agrícola es porque “antiguamente se hacía una equivalencia entre la superficie de la tierra de cultivo con la cantidad de grano que se requería para sembrar esa superficie” (WIKIPEDIA). 

 HOZ: La RAE lo define como Instrumento que sirve para segar mieses y hierbas, compuesto de una hoja acerada, curva, con dientes muy agudos y cortantes o con filo por la parte cóncava, afianzada en un mango de madera.

HOCILA: Hoz de hoja más ancha de lo normal.

HORCAS DE DOS Y TRES GANCHOS

MANALES: Apero que consistía en dos palos unidos por una correa que se utilizaba para majar el trigo o el centeno.

MARALLO: Hilera de cereal o hierba que se va haciendo a medida que pasa la guadaña, hoz o maáquina de segar, y cae sobre la tierra.

MORENAS: Montones de cereal que se hacían en la tierra, después de ser cortado, para dejarlo preparado para el transporte a la era. Como la era se utilizaba de modo comunal, el cereal debía permanecer cortado hasta que tocase llevarlo, pero debía colocarse resguardado por si caía alguna tormenta, recordemos que no había plásticos; de este modo, se evitaba que desgranase o se pudriese si la lluvia era excesiva.

«Se disponían las gavillas en círculo de tal manera  que las espigas de una gavilla se cubrían con las pajas de la siguiente. Así en caso de tormenta, las espigas no se degranaban. Por el contrario tenía el inconveniente de que en caso de llubia había que dar vuelta a la morena gavilla por gavilla para que se secaran»(El habla popular en Grulleros).

Leer más: https://grulleros.webnode.es/el-habla-popular/

Corominas y Pascual suonen unorigen posiblemente prerromano común para el gallego portugués more(i)a y el vasco muru, montón (LOPEZ DE ABERASTURI, 183).

PARVA Trillada la mies se hacía un montón de paja triturada y grano al que se denominaba parva.

PERNILLAS Piezas de madera que se colocaban en el carro para aumentar su tamaño y transportar la mies o la paja.

RASTRA.- Utensilio para recoger del suelo la hierba o paja (Álvarez Álvarez, Alfredo). Estaba hecho de madera; consta de un palo ligeramente curvado hacia dentro, un poco más delgado en los extremos, con agujeros en los que encajan los dientes redondos. Se arrastraba por la era, para recoger la trilla o el grano desparramado.

RESPIGAR: Recorrer el campo segado de mies para recoger las posibles espigas que hayan caído sueltas al suelo, para su aprovechamiento. Esta labor solían hacerla mujeres y niños. El DRAE lo define del modo: 1. tr. Coger las espigas que los segadores han dejado.

SURCAÑA: Siega que se hace de principio a fin en un terreno sembrado de centeno.(ÁLVAREZ, ALFREDO)

TRILLO El trillo es una herramienta que se utilizaba para separar el grano de la paja de los cereales en la era, es decir, para trillar. Tiene un gran tamaño, de forma rectangular, con la parte anterior algo levantada del suelo, a modo de trineo, para que la mies quedase bien recogida en su parte inferior. Está formado por una serie de listones de tablas, generalmente cinco, y en su parte inferior van insertas una serie de lascas de pedernal que servían para triturar la paja y no perder ningún grano.

El trillo era arrastrado por «la pareja» que podía ser de vacas, de bueyes o incluso de caballos.

VENTANO: Ventana del pajar (Álvarez, Alfredo)

FOTOGRAFÍAS FACILITADAS POR:

Alfredo Álvarez Álvarez: recopilación de fotografía antigua que publica en Mira Sariegos

Elena Fernández García

M. Mar Ordóñez Álvarez

Montse García Fernández

Rafael Ceballos

Roberto Aller Llanos

INFORMARON

Asociación de Mujeres Santa Eulalia, de Azadinos.

Grupo de Envejecimiento Activo, de Carbajal de la Legua

Grupo «Patrimonio de Carbajal»

DOCUMENTACIÓN

ÁLVAREZ ALVAREZ, ALFREDO (1994): El pueblo de Sariegos. Ayuntamiento de Sariegos. ISBN 84-605-0669-X (pp 28-30, 285-294)

ÁLVAREZ ALVAREZ, A. (2007): Mira Sariegos. Unaluna Ed. 978-84-935703-0-9 ISBN:978-84-935703-0-9

DÍEZ, CÉSAR (2010): Aperos de la era. Revista «Un Cuaderno para el recuerdo IV» Asociación Sociocultural «La Panzuela»

El forcaire | Fabricación artesanal de una horca | Oficios Perdidos

Facebook «Frases típicas de León y sus pueblos». Marallo.

Museo Etnográfico de León. Blog Etnoleón: “LA MEDIA HEMINA. Función y variantes locales”.

Museo Etnográfico de Castilla y León. La cosecha.

Lista Alfabética de los nombres comunes de los trigos de la exposición en La Ilustración Española y Americana, Madrid, 30 nov. 1857, pag. 188

LE MEN LOYER, J-YVONNE: Repertorio de Léxico leonés. Tesis doctoral bajo la direción de Dr José Ramón Morala Rodríguez. Universidad de León, Facultad de Filosofía y Letras, Departamento de Filología Hispánica. León 1996.

LÓPEZ DE ABERASTURI ARREGUI, IGNACIO: Leonesismos léxicos de caracter migratorio en Andalucía.

MARTÍN CRIADO, ARTURO (1995): «Aperos tradicionales de Villamorco» (Palencia) Revista Floklore númerO 174.

MORALA, TOÑO: ¡A la hierba! En Museo Etnográfico de León. Blog Etnoleón. 22 abril 2015.

MORALA, TOÑO: Los segadores a hoz y guadaña… Aquellas segadoras mecánicas tiradas por animales… En Museo Etnográfico de León. Blog Etnoleón. 24 de agosto de 2017

MORALA, TOÑO:Trillos: los trineos del estío. EN MUSEO ETNOGRÁFICO DE LEÓN. BLOG ETNOLEÓN.30 DE JUNIO DE 2017

RTVE: Aquí la tierra: horcas que son pura artesanía.

VER PUEBLOS.COM: Campo de la Lomba: La Última fejina.

WIKIPEDIA