Los Mayos en el municipio de Sariegos

La tradición de los mayos la recupera en el municipio de Sariegos La Asociación Sociocultural La Panzuela, de Pobladura del Bernesga, en mayo de 2007. En aquel momento, entrevistan a los mayores del pueblo para conocer algo más sobre ella y lo publican en su revista «Un cuaderno para el recuerdo II » 2007. Transcribimos aquí aquel reportaje:

«El recuerdo más antiguo que hay del Mayo lo tienen dos personas de Pobladura del Bernesga, Angela Sierra y Amador Sierra. Cuentan que se trataba de un muñeco relleno de paja colocado en un palo que se ponía en el pueblo. El origen del palo empleado vendría relacionado con la «fiesta del árbol». Era un día que las maestras facilitaban chopos y otros árboles a sus alumnos y éstos iban a plantarlos. Los chopos empleados para el Mayo se plantaban en una huerta situada actualmente en la calle La Rana, formando así un pequeño vivero. Cuando pasaban varios años y se consideraba que había un árbol esbelto y grande, éste se destinaba para poner el Mayo. Así que los últimos días del mes de abril, los mozos de Pobladura cortaban un árbol, le quitaban las ramas y pelaban la corteza. El lugar en el que se ponía era en las cercanías de la calle Entretierras, allí no había casas, era una pradera donde los domingos iba la gente a bailar y a tocar el tambor y la chifla al son de panderetas. Hacían una poza con la barra y era colocado el 30 de abril al atardecer con el fin de que a partir del 1 de mayo todos pudieran observarlo.

«El muñeco era del tamaño de una persona adulta, se le ponían dos palos formando una cruz y se le vestía con ropas de hombre: pantalón, camisa, chaqueta, visera, guantes…. y se le rellenaba de paja. No existía una fecha fija para quitarlo, a veces estaba hasta mediados de junio. El destino del Mayo no se sabe con certeza donde acabaría, lo más seguro quemado.

«El último Mayo que se colocó en Pobladura fue en el año 1936. Dicho año se puso en la veleta de la torre de la iglesia antigua (situada en la calle Camino de Lorenzana) y se le puso en una mano la hoz y en la otra el martillo. Por circunstancias de aquella época no fue aceptado y se quitó inmediatamente. Llegó la guerra civil española y este símbolo relacionado con uno de los bandos no se volvió a colocar «.

En el año 2007, la Asociación La Panzuela de Pobladura del Bernesga recupera la tradición de los mayos pinando un monigote que se prepara en una nave al estilo más antiguo, como recordaban los mayores, rellenando de paja unas ropas viejas:

Durante muchos años La Panzuela continúa con esa tradición en la localidad de Pobladura del Bernesga; en 2008 y 2009 el muñecote se rellena de paja y es un hombre, posteriormente se pasa a realizar una pareja, cada año con atuendos más sofisticados, representando momentos de la vida en pareja, desde que se conocen, hasta la boda o el nacimiento de un hijo:

En 2017, la Asociación Tierra Negra se propone recuperar también los mayos en Sariegos, a través de un grupo de costura con mucha participación, se realizan los muñecos de Adán y Eva. Podemos tener el recuerdo gracias al reportaje que del proceso realizó Moñi De Castro:

Una vez realizados los muñecos, se procede al «pinado» en un jardín o zona bien visibles, con gran fiesta y algarabía. De nuevo, Moñi de Castro nos ofrece el reportaje del pinado en Sariegos en el año 2017:

Durante 2018 y 2019 tanto La Panzuela como Tierra Negra continúan con la tradición del pinado de los mayos, pero esta fiesta de la primavera se ve interrumpida drásticamente en 2020 por la pandemia del Covid19.

Mayos colocados en 2018 y 2019 en Sariegos por Tierra Negra. F: cortesía de Rocío V.A.

Los mayos de «pinan»

A finales del mes de abril los jóvenes del pueblo buscaban un buen árbol para su colocación, que en Pobladura eran chopos que Se plantaban para tal fin. Se hacía un buen hoyo para sujetarlo y se izaba; a este proceso, en Pobladura se le conoce con el nombre de «pinar el mayo» , nombre que también recibe en otras localidades de la provincia de León. Si era preciso, colaboraban los hombres del pueblo. Este momento se vivía con gran fiesta y diversión, normalmente se hacía una merienda que en la antigüedad era sobre todo de mozos, pero que recientemente se une todo el pueblo. En los últimos años, antes de la pandemia, incluso se hacían representaciones teatrales con respecto a la imagen que representaban los mayos. En las fotos que presentamos a continuación, algunos momentos del pinado y de la fiesta vividos en Pobladura del Bernesga y en Sariegos antes de la interrupción sufrida en esta tradición por causa de la pandemia:

Tras la pausa de 2020, el reinicio en 2021

La pandemia paralizó la mayoría de actos sociales y culturales en nuestro país, para que de nuevo las tradiciones no queden en el olvido en 2021, con las medidas de seguridad precisas, se levantan de nuevo los mayos en estas dos localidades del municipio. En esta ocasión, el sentimiento de fiesta y picardía se transforma en un sentimiento de gratitud y solidaridad mostrando un recuerdo hacia quienes nos han cuidado y protegido durante un año difícil, y así, nuestros mayos, quieren hacer un homenaje al todo el personal sanitario que ha velado por nuestra salud.

Una antigua tradición que llega desde la prehistoria

La tradición de los mayos es una ceremonia primaveral festividad de transición de la primavera al verano de origen muy antiguo que parece remontarse hasta épocas neolíticas. Se encuentran en toda Europa multitud de ritos cuyo sentido darle la bienvenida al mes de mayo, como renacer de la naturaleza. El árbol como principal protagonista de la naturaleza, sirve al mismo tiempo de diversos ritos que se relacionan con ella ritos y ceremonias encaminados a conseguir la abundancia de cosechas, a celebrar el final del invierno o a festejar la recolección de los primeros frutos. Ciertamente, así informan en Pobladura del Bernesga al investigador David Gustavo López, cuando se le dice que «antes lo colocaban para que las cosechas no se echasen a perder».

Como bien indica José María Martínez Laseca: «Todos los pueblos han sentido a lo largo de su dilatada historia gran admiración por el renacer cíclico del mundo vegetal, así como por el final del invierno y el comienzo del verano, del buen tiempo, de cuando fructifican la mayoría de las plantas. Y dentro de esa mentalidad popular, mayo es concebido como el mes del esplendor de la vegetación, el mes de las fiestas y el mes amoroso por excelencia».

Todos estos ritos de mayo tienen un origen común; y este origen hemos de buscarlo necesariamente en la prehistoria de nuestro continente (Julio Martínez), «el Viejo Continente debía ser en realidad un enorme y gigantesco bosque, no es de extrañar que en esa primera época, existiese un verdadero y real culto a los árboles como los dioses más antiguos de Europa .

En León se conservan tres modalidades de celebrar el mayo según la investigación de Gustavo David López publicada en 2018: «árbol de mayo», «mayo monigotes» y «mayos vivientes», y en las localidades de Pobladura del Bernesga y Sariegos se realiza el mayo monigote. En el mapa que el investigador David Gustavo López propone se recoge así situado:

Los jóvenes esperan la tradición

Para cerrar el artículo presentamos una redacción de una niña de Pobladura del Bernesga en el año 2012 sobre los mayos:

DOCUMENTACIÓN:

FERNÁN, Jorge (2000): La fiesta de Los Mayos en Fuentepelayo (Segovia). Revista de Folklore nº 240.

LÓPEZ, David Gustavo (2918): La fiesta de los mayos. Revista de Antropología y Tradiciones Populares. Nº 1, enero 2018. pp 29-35

MARTÍNEZ LASECA, José María (1991): ¡Pinguemos los mayos!. Revista de Folklore nº 121.

MARTÍNEZ, Julio: Origen y significación de los árboles «mayos». Institución Fernando el católico. Diputación de Zaragoza.

TEMIÑO LÓPEZ-MUÑIZ, M. Jesús (1997): Enramadas, mayos y plantas protectoras en el ciclo festivo burgalés. Revista de Folklore nº 197.

«Un cuaderno para el recuerdo II » 2007 Ed. Asociación Sociocultural La Panzuela

PARA SABER MÁS:

Asociación La Panzuela de Pobladura del Bernesga. Blog

ECOS

AHORA LEÓN: Los mayos se dejan ver en Sariegos.

DIARIO DE LEÓN: Sariegos recupera este año su celebración de los Mayos.

DIARIO DE LEÓN:Sariegos recupera la tradición de los mayos y se la dedica a los sanitarios.

LEÓN NOTICIAS: Sariegos prepara sus Mayos más emotivos

Las janas en el Camino de San Salvador

Las janas son unos de los personajes más conocidos de la mitología leonesa, existen muchos parajes en nuestra provincia que llevan este nombre. En Carbajal de la Legua, muy próximo al Camino de San Salvador, se encuentra una zona que se denomina «Las Janas«, lugar situado entre el pueblo desaparecido de Valle y el monasterio de Santo Tirso.

Esta especie de ninfas suelen habitar en los bosques y en cuevas donde nacen los manantiales y en las orillas de los ríos. Forman parte del culto a las aguas, fuentes, ríos, cuevas. Se las describe como mujeres pequeñas con gran belleza y poder de seducción, tienen un mirar fascinante, que el hombre que las ve jamás las podrá olvidar. Emplean cantos para atraer a los humanos. Se las suele representar cubiertas por un fino velo de seda que deja partes de su cuerpo expuestas, viéndose su piel . Poseen largos cabellos rubios y los utensilios que utilizan (ruecas, usos, peines) son de oro. La leyenda cuenta que están rodeadas de gallinas, polluelos y huevos de oro. Existe un cantar de una localidad asturiana (Albandi) relacionado con este tema:

» To madre te espera,

to padre te llama;

los neños tan solos,

y tú con la Xana».

Suele decirse que están emparentadas con las ninfas griegas y a pesar de que poseen una larga longevidad, son mortales. Unas veces viven solas y otras rodeadas de otras janas o con sus hijos. Entre sus ocupaciones principales están: peinar sus largos cabellos con peines de oro, hacer la colada a la luz de la luna y divertirse cantando y bailando. Si algún pastor o persona que pasa cerca de ellas les hace un favor, en prueba de agradecimiento les regalan ovillos de oro y alhajas. Cuenta la leyenda que una noche mágica para verlas y para romper encantos, es la noche de San Juan, donde todo puede suceder.

En cuanto a la geografía leonesa sobre las janas, hay que decir que los mitos que estaban relacionados con el agua fueron muy extendidos en el noroeste peninsular en la Antigüedad; en muchos pueblos existen zonas o fuentes que están relacionados con este tema por ejemplo: en el lago de Carrucedo, en el pueblo de Gete, en el puerto de Pandetrave, en San Martín de Valdetuejar, en Palacios del Sil…. y cómo no entre Carbajal de la Legua y Cabanillas.

El término de «Jana» , según Menéndez Pidal (1900) podría derivar del latín DIANA, divinidad campestre de los bosques y las aguas, por las fuentes que poseen. El culto a las janas se extendió mucho por el Noroeste español hasta el siglo XII, llegando hasta el levante.

Así que no sería de extrañar que mientras se está paseando por la zona y haciendo la ruta de Los Miradores del Bernesga se pueda creer ver a las Janas haciendo de las suyas.

DOCUMENTACIÓN

GARCÍA PÉREZ, GUILLERMO: Brujas, meigas y afines en el Mapa Topográfico de España. Boletín de la Sociedad Ateneísta Aire Libre, 42 (2010), pp. 17-21

Mitología leonesa:(3) Las Janas. Literatura y otros mundos.

Janas, Xanas, Mouras, Anjanas : Seres Feéricos de las mitologías : gallega, asturiana, leonesa y cántabra.

La tradición del Carnaval en el municipio de Sariegos

El carnaval en una fiesta popular que se celebra sobre todo en los países que tienen una tradición cristiana y se inicia justo unos días antes de la Cuaresma. No hay fecha fija, depende del calendario litúrgico, pero suele ser entre febrero y marzo. Significa «despedida de la carne» ya que hace referencia a que a continuación llega la época de la Cuaresma hasta la Pascua donde los cristianos evitan comer carne roja.

El carnaval se suele festejar desde el domingo hasta el martes, antiguamente el día más significativo era el martes de carnaval. Son días donde la gente aprovecha para disfrazarse de aquellos personajes que les gusta, se ocultan identidades, se usan máscaras y ropas diferentes… todo ello marcado por las ganas de divertirse y mezclado con colorido, risas, ilusiones, y sobre todo mucho humor.

La gente que se disfraza tiene diferentes motivos: para ser [email protected], para divertirse, para socializar, para romper normas, para hacer lo que nunca hacemos… Lo cierto es que nos puede gustar más o menos, pero esta celebración se viene repitiendo año tras año donde las diferentes generaciones han dejado su huella sobre todo a nivel rural.

Durante el franquismo se prohibió el carnaval, el último fue en 1936. En la época de la guerra se consideró que no era muy conveniente exteriorizar las alegrías. Ya cuando acabó la guerra se promulgó una orden el 12 de enero de 1940, en la que se seguía con dicha prohibición. [email protected] [email protected] de nuestra zona que nacieron en los años 50 recuerdan ahora entre risas como se disfrazaban a escondidas esos días y el miedo que tenían por si acaso les pillaban, siempre se oían casos que avisaban que los mozos de la zona andaban con caretas. Fue en 1977, pasados dos años de la muerte de Franco, cuando se volvieron a celebrar las fiestas de los carnavales en España con plena libertad.

El municipio de Sariegos no es ajeno a otras zonas de León, pero no tiene testimonios fotográficos o escritos, que se sepan, sobre tradiciones tan arraigadas como en Velilla de la Reina, Llamas de la Ribera, Sardonedo, Alija del Infantado, La Urz, Riello… Tal vez sí pudo haber ese tipo de representaciones populares, pero a día de hoy no se ha podido comprobar con testimonios fehacientes. Pero hasta nuestros días sí que han llegado canciones que se cantaban en Carnaval. Se reunían en un lugar céntrico del pueblo, que solía ser en la zona de las escuelas y allí llegaban niños y algún adulto, porque el carnaval no entiende de edades, las ganas y el humor está en cada persona independientemente de la edad.


No había dinero para comprar disfraces ni nada parecido, se solían vestir de «guirrios» y de «gitanas» con ropa vieja que pudieran encontrar por casa y aprovechar ropa antigua de «rodaos» y pañuelos que eran de las abuelas. También era común que los chicos llevaran caretas de cartón que solían comprar en León.

Se solía recorrer las calles del pueblo e ir a los pueblos cercanos. Según testimonios recogidos por la Asociación Sociocultural «La Panzuela » de Pobladura del Bernesga en su revista » Pregunta a tus mayores» 2008, aparece la siguiente información: «El domingo, después de comer, era la hora de empezar los preparativos para la gran transformación. Una vez disfrazados, se recorría las calles del pueblo, pasando casa por casa, cantando una canción y, a cambio, recibían aguinaldo, como huevos, patatas, chorizo, caramelos, rosquillas y alguna moneda, con lo cual, una vez pasados estos días, se reunían para poder celebrar una merienda con todo lo recolectado. El martes de carnaval, se volvía a salir disfrazado de diferente manera y lo que se sacaba de pedir por las casas se añadía a lo del domingo anterior».

«Antiguamente, no había dinero para comprar trajes para el carnaval. Así que había que desarrollar la imaginación. Era muy común que, tanto hombres como mujeres, se disfrazaran de «guirrio». Esta palabra hacía referencia a una forma de vestirse muy peculiar. Así el martes de carnaval, la persona que se disfrazaba de guirrio se ponía un sombrero, visera… roto. La cara la pintaban de carbón o tapada con alguna tela, para que nadie les pudiera reconocer. Alrededor del cuello ponían, a veces, cencerros; así cuando andaban o se movían éstos hacían ruido. En la parte del torso solían buscar aquellas cosas más estrafalarias, rotas (entre más roto, mejor), una chaqueta de colores, con o sin mangas, o una gabardina con el forro al revés. Colocaban en los ojales latas colgando o plumas. También se ponían una zamarra de pastor, toda pelada. Para que nadie les conociese, ponían almohadas, para desfigurarse: jorobas, barrigas y pecho era lo más común. Para la parte de abajo buscaban los pantalones más rotos que hubiera; también había gente que se ponía calzoncillos largos de invierno. Un detalle que hacían era colocar «un moquero» blanco, saliendo de la cremallera del pantalón. En los pies calzaban alpargatas distintas. Todo ello para llamar la atención y despistar al personal»

Hasta nuestros días han llegado alguna canción ésta la cantaban las mujeres de Sariegos en los días de carnaval al son de panderetas y castañuelas :

Al subir por Valdepegos , y al bajar a la Calera, visitamos estos pueblos, capital de la ribera. Ya está, ya está, la música bien formada, para pasar divertidos, los días de carnaval.

LOS CARNAVALES DE LA ÉPOCA DE LOS AÑOS 80 Y 90 EN AZADINOS

( Por Lorena Marcos)

Supongo que como en los demás pueblos del municipio, se solían celebrar el sábado antes de carnaval, por las calles de los pueblos, nos juntábamos todos en las escuelas y recorríamos por las calles en las que los vecinos nos daban una propinilla con la que al sábado siguiente celebrábamos una merendona en algún local de alguna casa del pueblo. Recuerdo con mucho cariño, y todos los de mi época lo recordamos, a Celia (teatro) ya que era muy generosa, y no nos dejaba marchar de su casa hasta que no nos veía uno por uno, nos daba un beso y un «bollicao».

Más de una vez, celebramos la merienda que nos preparaban nuestros padres en el local de su casa, era toda una fiesta.

El martes de carnaval ,íbamos disfrazados al cole, ya que de aquella, sí había clase, y luego, solíamos ir a ver el carnaval a León con nuestros padres.

Maravillosos años, lástima que esas costumbres, se hayan ido perdiendo un poco, porque aunque algo hacen, lo que no tienen es la unión de jugar en la calle.

Saludos cordiales